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Los talibanes asesinan al subdirector de los servicios secretos de Afganistán

Francia promete que Occidente permanecerá en el país hasta que sea seguro

Antonio Jiménez Barca

Los 27 embajadores especiales para Afganistán procedentes de 27 países que se citaron ayer en París en una cumbre diplomática recibieron, horas antes de su reunión, un demoledor golpe de realidad: un coche bomba conducido por un suicida explotaba al lado de una mezquita de la ciudad de Methar Lam, a 100 kilómetros de Kabul, según informó Reuters.

En el atentado, reivindicado por los talibanes, morían 23 personas, entre ellas el número dos de los servicios de inteligencia afganos, Abdulá Laghmani. Este dirigente, subdirector del poderoso Directorio Nacional de Seguridad (NDS) y previsible objetivo del atentado, se encontraba en ese momento reunido en la mezquita con varios líderes religiosos.

Con el 65% de los votos escrutados, Karzai logra un 47% y Abdulá un 32%
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El golpe terrorista y la matanza dan cuenta de la inseguridad reinante en un país que el pasado 20 de agosto celebró unas elecciones cuyos resultados, en principio, se esperaban para hoy pero que dada la dificultad del recuento hecho con procedimientos medievales y la multitud de denuncias sobre fraude se retrasará, según varios embajadores especiales reunidos en París, hasta el 17 de septiembre como mínimo.

Hasta el momento se ha contabilizado el 65% de los votos, con una participación que ronda el 35%, menor que la de la anterior convocatoria electoral, que llegó al 50%. A la pregunta de por qué ha bajado la participación, el embajador español en misión especial en Afganistán, Rafael Mendívil, señaló: "Se debe a las amenazas de los talibanes, que prometen cortar las manos y las orejas a los que votan. Y a pesar de eso se han celebrado las elecciones y la gente ha votado: para entender eso hay que estar allí".

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También el embajador especial estadounidense, Richard Holbrooke, a pesar de todos los aspectos negativos que ensombrecen estas elecciones, quiso mostrarse optimista en París: "Los talibanes no querían que se celebraran estas elecciones. Pero se han celebrado. Eso ya es un éxito. Podemos decir que en eso los talibanes han fracasado".

A falta de recontar el 35% de los votos, los datos apuntan a que el actual presidente, Hamid Karzai, va en cabeza con el 47% de las papeletas a su favor mientras el ex ministro de Asuntos Exteriores, Abdulá Abdulá, cuenta con el 32,6%.

Holbrooke quiso dejar claro que ni su país (ni ninguno de los 27) tienen un candidato preferido. Que apoyarán al que resulte elegido y que lo que persiguen, sobre todo, es un proceso legal y justo.

El ministro de Exteriores de Francia, Bernard Kouchner, anfitrión de la reunión, adelantó por su parte que no se van a retirar las tropas internacionales "hasta que no haya seguridad en la región". Y después añadió: "Todo allá es muy difícil, pero las elecciones significan un soplo democrático, un pequeño paso en un largo camino. Y hay que decirlo claro: no existe una solución militar. La solución vendrá de los mismos afganos. De lo que se trata es de asegurar el país para que ellos puedan buscar sus propias soluciones".

Las elecciones tropiezan con un escollo: hay ya contabilizadas cerca de 600 denuncias por fraude susceptibles de cambiar el resultado de la votación. Hay organizaciones no gubernamentales locales que han denunciado robos de urnas, manipulación de personas analfabetas a las que se les indicó lo que debían votar, personas que votaron varias veces tras borrarse con lejía la tinta presuntamente indeleble que certificaba su voto...

"Pero muchas de esas 600 denuncias son la misma", quiso precisar el embajador especial español. "El mismo hecho denunciado por varias personas. Eso, y la gravedad del hecho denunciado, es lo que ahora deberá determinar la Comisión de Quejas", añadió. Este organismo independiente está compuesto por tres afganos, elegidos por la ONU, y dos extranjeros.

También Mendívil, como todos sus compañeros embajadores reunidos en París, quiso recalcar la parte positiva del proceso: "Es la primera vez que los afganos organizan sus propias elecciones. Han sido ellos quienes han echado el resto. Y eso es un gran paso para ese país, con las condiciones de pobreza y atraso que presenta".

Más información en la página 11

Varios transeúntes observan la escena del atentado con coche bomba que mató al número dos del espionaje afgano y a otras 22 personas en el municipio de Mehtar Lam.
Varios transeúntes observan la escena del atentado con coche bomba que mató al número dos del espionaje afgano y a otras 22 personas en el municipio de Mehtar Lam.REUTERS

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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