El joven apolítico
El domingo pasado se trazaba en este periódico el retrato de Aritz, uno de tantos jóvenes "apolíticos" de nuestra sociedad. Un joven que va de fiesta en fiesta, de txosna en txosna, o de taberna en taberna sin percatarse apenas de estar rodeado por gigantescos carteles con fotos de presos y leyendas que glorifican la lucha terrorista, o sin dedicarle apenas un segundo de pensamiento al hecho de encender el cigarrillo con un mechero que pide amnistía. Un joven que puede afirmar que está en contra "de todas las violencias", que no tiene nada que ver con los extremistas, que ni siquiera tiene especial simpatía por la "izquierda abertzale" y a quien, cómo no, le aburre soberanamente la política.
Los retratos de juventud (encuestas a jóvenes de entre 15 y 29 años realizadas anualmente por el Gobierno vasco) muestran que la apatía política va en aumento especialmente en ese segmento de la población. En el último año, sólo el 4% de esos jóvenes ha reconocido sentir "mucho interés" por la política, mientras que el 18% siente "bastante" interés; las cifras contrarias son mucho más contundentes: el 38% siente "poco" interés y el 40%, decididamente, "nada" de interés. Este tipo de datos nunca deja de sorprender a los que piensan que la vasca es la más politizada de las sociedades. Es verdad que una postura clara frente al terrorismo remite en primer lugar a una posición pre-política, a una postura ética que puede coexistir con el desinterés político. Sin embargo, tomarse en serio el problema terrorista supone, necesariamente, ir más allá. Supone interesarse por entender en qué consiste el nacionalismo y qué es un Estado de derecho, interesarse por cómo ha de funcionar un sistema democrático y reflexionar sobre cuáles deben ser, por ejemplo, los límites de la libertad de expresión.
En lugar de esas cuestiones capitales en torno al bien común, muchos jóvenes -y no tan jóvenes- parecen pensar que la política es un trapicheo inmundo, ajeno por completo a sus intereses particulares. No son pocos los que muestran incluso con orgullo su ignorancia y su pasotismo políticos. Como Aritz, ese joven de 28 años al que se hacía referencia en el reportaje arriba citado (de K. Asry y S. López), quien no tiene opinión sobre si sería conveniente o no un boicoteo a las txosnas y locales que muestran el atrezzo proetarra, y que "vive la retirada de iconos de ETA con indiferencia, de la misma forma que antes los toleraba".
Leo que Telecinco anuncia para su canal digital un nuevo informativo dirigido a "jóvenes de entre 18 y 30 años", donde con "lenguaje ágil y cercano" (por si hiciera falta decirlo) ofrecerán la actualidad informativa desde otro punto de vista. ¿Qué actualidad informativa? La centrada especialmente en Internet, nuevas tecnologías, ocio, redes sociales, etc. Supongo que de política ni hablamos. Que eso debe de ser cosa de adultos.
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