Muere Ted Kennedy, el último de una estirpe
El 'león del Senado', uno de los políticos más influyentes en la historia de EE UU y miembro de la familia cuya tragedia cautivó al país, fallece de cáncer a los 77 años
Historia, idealismo, carisma, tragedia y leyenda se funden en un solo apellido: Kennedy. El cierre simbólico de una era llegaba ayer con la muerte del senador Edward Kennedy, el último patriarca de una dinastía sin la que es imposible entender los principales avatares del último medio siglo estadounidense. El león liberal del Senado, el titán de la política demócrata que convirtió la lucha por causas casi imposibles en su país (la educación o la salud) en pequeñas y grandes victorias con las que se ganaría la admiración y respeto de ciudadanos y estadistas, fallecía en la madrugada de ayer en su residencia de Hyannis Port (Massachusetts) a los 77 años.
Aquejado de un tumor cerebral desde hacía más de un año, su partida fue llorada ayer desde todos los rincones del planeta, empezando por Estados Unidos, donde el presidente Barack Obama, para el que su apoyo incondicional marcó el despegue hacia la Casa Blanca, lamentó su pérdida con estas palabras: "Un capítulo importante de nuestra historia termina hoy. Nuestro país ha perdido un gran líder, el hombre que recogió la antorcha de sus hermanos caídos y que llegó a convertirse en el senador más grande de nuestro tiempo. Para su familia, fue un guardián, para Estados Unidos, un defensor de sus sueños".
Sin embargo, al contrario que sus hermanos, el presidente John Fitzgerald Kennedy, y el senador Bobby Kennedy, asesinados en la década de los sesenta, Teddy, como le conocían sus amigos, comprendió que su vida "no es llegar a la presidencia sino el servicio público". Así lo expresó en 1985, cuando decidió seguir buscando la reelección como senador por Massachusetts, sillón que ocupó desde 1962, y renunciar definitivamente a las aspiraciones presidenciales para las que su padre, Joseph P. Kennedy, había educado a sus cuatro hijos varones. Probablemente fue la decisión más sabia de su carrera. "Cuando consiguió desprenderse del estigma que imponía que los Kennedy tenían que ser presidentes, se convirtió realmente en legislador", declaró ayer el republicano Alan Simpson. Y es que uno de sus grandes méritos fue precisamente ser capaz de convertirse en el nexo entre demócratas y republicanos, sellando alianzas clave con las que conseguiría aprobar leyes relacionadas con los derechos civiles, la educación, el salario mínimo o la reforma sanitaria, la batalla con la que arrancó su carrera en el senado y que había convertido en su último gran combate.
No obstante, no fue sólo una decisión personal la que motivó su renuncia a llegar a la Casa Blanca. Su vida, como la de toda la dinastía Kennedy, estuvo marcada por la tragedia, una maldición sobre la que él mismo llegó a especular públicamente cuando se vio obligado a dar explicaciones por la muerte de Mary Jo Kopechne, una joven del partido demócrata que murió ahogada en 1969 después de que el coche que Ted Kennedy conducía cayera al agua en la oscuridad de la noche en la isla de Chappaquiddick. Él pudo salir a tiempo, ella se ahogó. Kennedy tardó más de 10 horas en comunicárselo a las autoridades, algo que generó todo tipo de especulaciones. Su posible estado de embriaguez o la supuesta infidelidad -pese a ser un hombre casado, tenía fama de mujeriego- provocaron un fuerte debate que Kennedy resolvió preguntándole públicamente a sus votantes si debería renunciar a su cargo. La respuesta fue unánime: Kennedy fue reelegido meses después.
Cuatro años antes él mismo había burlado a la muerte en otro trágico accidente ocurrido la misma noche en que la Convención Demócrata de Massachusetts le esperaba para proclamarle como candidato al senado. La avioneta en la que viajaba de Washington a Massachusetts se estrelló en medio de la niebla, provocando la muerte del piloto y de uno de sus asistentes. Kennedy se fracturó la espalda, varias costillas y tuvo una hemorragia interna, pero milagrosamente sobrevivió. Sus dos hermanos mayores habían muerto -Joseph, el primogénito, falleció en la II Guerra Mundial-. Pero fue el asesinato de Bobby Kennedy el que marcó al senador, quien llegó a pensar en abandonar la política. Pero el peso de una educación marcada por las aspiraciones más altas se impuso. "Esconderse no sirve de nada. Tengo que seguir defendiendo el compromiso con la justicia y el coraje que marcó sus vidas", dijo tras un periodo de reflexión de dos meses en 1968.
Perseguir la presidencia de su país fue una tentación a la que renunció varias veces en los años setenta por miedo a que el incidente de Chappaquiddick le persiguiera, pero finalmente optó por intentarlo en 1980, sin éxito. Fue a partir de ese momento cuando su trabajo como senador comenzó realmente a florecer. Su vida, que había arrancado en 1932 como la del pequeño niño malcriado de una familia aristocrática de nueve hermanos donde se le permitieron todos los caprichos -fue expulsado de Harvard por hacer trampas en un examen de español-, evolucionó hacia la de un político excepcional que aprendió con paciencia de sus propios errores. Luchó contra la guerra de Vietnam y fue uno de los pocos que votó en contra de la invasión de Irak.
En palabras de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, "Ted Kennedy logró con su capacidad de hombre de Estado y sus proezas políticas mejorar las oportunidades de cada estadounidense". Su país pierde así al que quizás haya sido el Kennedy más valioso de todos los tiempos y al único de su dinastía al que la fortuna permitió alcanzar la vejez.
Una gran carrera
- La razón de su vida, según sus propias palabras, fue la reforma sanitaria que Obama ha colocado como prioridad de su mandato.
- Encabezó la campaña para imponer sanciones al régimen del Apartheid.
- Consiguió prohibir la venta de armas a la dictadura de Augusto Pinochet.
- Se opuso a la guerra de Vietnam. En 2002 votó contra la de Irak y dijo: "Ha sido mi mejor votación en 44 años como senador".
- Colaboró con George W. Bush en la reforma del sistema educativo y con el senador republicano John McCain en la ley de inmigración.
LA FAMILIA QUE MARCÓ UNA ERA
- Nace la dinastía: El banquero Joe Kennedy se casa en 1914 con Rose Fitzgerald. Se asientan en Brookline, Massachusetts, y tienen nueve hijos, dando inicio a un influyente clan católico, demócrata y de origen irlandés.
- La familia entra en política: Joe apoya la candidatura a la presidencia de Franklin Delano Roosevelt en 1932. Surge una estrecha relación con el Partido Demócrata.
- Comienzan las tragedias: En 1941, Rosemary, la mayor de las hijas, es internada de por vida después de que se le practicara una lobotomía sin éxito. Falleció en 2005.
- Muere Joseph, el mayor de los hijos, en 1944 con 29 años, en un accidente de avión durante una misión en la II Guerra Mundial.
- Kathleen, la cuarta hija, pierde la vida en un accidente aéreo en 1948 en Francia a los 28 años.
- Ascenso político: John, el segundo hijo, es elegido para el Senado en 1952. En 1958 es reelegido y en 1960 se convierte en el primer presidente católico y el más joven de la historia de EE UU.
- El presidente es asesinado: John muere el 22 de noviembre de 1963 al ser disparado en Dallas durante un desfile motorizado en el que le acompañaba su esposa Jacqueline.
- Ted sobrevive: El menor de los hermanos Kennedy, y senador por el Estado de Massachusetts, salva la vida en un accidente aéreo en el que fallecen un asesor y el piloto.
- Muere otro Kennedy: Robert es asesinado el 5 de junio de 1968 en Los Ángeles después de proclamarse vencedor en California en las primarias presidenciales.
- La carrera política de Ted: El benjamín es la promesa familiar para colocar a otro Kennedy en la Casa Blanca, pero un accidente de coche en 1969 en el que murió su acompañante en extrañas circunstancias se convierte en un escándalo una década más tarde, obligándole a abandonar la carrera por la presidencia.
- Nuevas desgracias: David, hijo de Robert, muere en 1984 por sobredosis a los 28 años.
- Michael, otro hijo de Robert, fallece esquiando en 1997.
- John F. Kennedy Jr. muere en 1999 en un accidente de avión.
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