Baltasar ofrece un trato a los payeses del Empordà

Payeses y ayuntamientos han ganado la primera batalla por la ampliación de los Aiguamolls de l'Empordà. El Departamento de Medio Ambiente que dirige el ecosocialista Francesc Baltasar ha desistido de duplicar la zona protegida, como tenía previsto. El humedal más grande de Cataluña después del delta del Ebro pasará de 4.868 hectáreas a 7.107 con algún tipo de protección, según la nueva propuesta que presentó ayer la Generalitat. El plan inicial era de 9.800 hectáreas. A pesar de la significativa rebaja, los afectados aún no tienen claro si firmar la paz. Para ellos, ganar la guerra implica no ampliar el parque.

"Se han reducido las áreas periféricas", explicó ayer la directora general de Medio Natural, Núria Buenaventura, tras la presentación del segundo anteproyecto. Esas áreas son el suelo "de protección y conexión", unos territorios cojín entre el parque natural y las zonas urbanas y, a la vez, unos conectores biológicos entre los Aiguamolls y los parques del Cap de Creus y el de Montgrí (todavía en tramitación). El plan especial las marca como zona 6 y suponen el grueso de la ampliación.

"Esta propuesta es negociable, no como la anterior", dice Unió de Pagesos

Buenaventura recordó que en ningún momento se ha estudiado la opción de ampliar lo que es estrictamente el parque natural. Pero los payeses aseguran que la protección que se establece en la zona 6 es igual de restrictiva o más que el área que queda dentro del parque.

Desde las diez de la mañana hasta las dos de la tarde, los responsables de Medio Ambiente desgranaron sus planes ante alcaldes y responsables del sindicato Unió de Pagesos. Y lo hicieron en los mismos Aiguamolls. Todos salieron del encuentro con una sonrisa en la cara y la lección aprendida: "Esto es sólo un borrador", repetían.

"No podemos decir que estemos contentos, pero la propuesta al menos es negociable, no como la anterior", manifestó el portavoz de Unió de Pagesos, Antoni Casademont. El sindicato ha sido uno de los más beligerantes contra la intención de Medio Ambiente de ampliar los Aiguamolls y regular los usos. Casademont aseguró que el nuevo mapa es casi igual que el anterior, pero más estrecho. E indicó que también ganan con los usos permitidos en las diferentes zonas protegidas. "Ya no se regulan las edificaciones y los ayuntamientos tienen más poder de decisión", dijo a modo de ejemplo. Aunque un portavoz de Medio Ambiente aseguró que los niveles de protección todavía están por negociar.

Con la misma prudencia, el alcalde de Castelló d'Empúries, Salvi Güell (ERC), procuró no mojarse después de haber visto el nuevo proyecto de la Generalitat de Cataluña. "No estamos ni enfadados ni contentos, aún tenemos que analizar la propuesta", señaló. Y quiso recordar que la reunión de ayer la pidieron los 16 consistorios afectados, todos del Alt Empordà. "El departamento se ha comprometido a explicar el plan municipio por municipio", añadió Güell.

Desde que en abril el departamento presentara las 200 páginas del borrador del Plan Especial para los Aiguamolls de l'Empordà, ayuntamientos y payeses declararon la guerra a la iniciativa. Aseguran que limita los cultivos y no ofrece contrapartidas. Portavoces del departamento explicaron una y otra vez que no era nada oficial, sólo una propuesta, pero el proyecto se colgó en Internet, se presentaron alegaciones e incluso se creó una plataforma de agricultores en contra para frenar la iniciativa.

Esta vez Medio Ambiente se ha curado en salud. En lugar de darles un informe y un CD con el borrador, ayer los afectados se tuvieron que conformar con ver unos planos, donde estaban marcados los nuevos límites. "Luego nos harán llegar el informe a los ayuntamientos", explicó el regidor de Castelló d'Empúries.

"Cuando sea oficial y se abra el plazo de exposición pública, se presentará debidamente", defendió un portavoz de Medio Ambiente. Mientras, se suceden las reuniones. A los cazadores, que están también en la batalla, les tocó ayer por la noche. La guerra se prevé larga.