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RELATO DEL CHÓFER AGREDIDO

"Como os mováis, os reventamos la cabeza"

Miguel Ángel P., de 34 años, está confuso y con fuertes dolores. Son las huellas de la agresión que sufrió anteayer cuando cuatro delincuentes asaltaron y robaron el camión cargado de cajas de tabaco que conducía. "Fue muy rápido. Los ladrones no paraban de gritarnos: 'Como os mováis, os reventamos la cabeza", recordaba ayer. Había cargado 10.000 cartones de cigarrillos junto a su compañero en Leganés y acababa de dejar la M-40 por la calle del Ventisquero de la Condesa para repartir en los estancos del barrio del Pilar. "De repente se nos atravesó un Seat Toledo y se bajaron cuatro encapuchados".

"Uno de los encapuchados se acercó hacia donde estaba yo. Me aparté un poco y él reventó mi ventanilla con una barra de hierro", relata Miguel Ángel, que trabaja para la empresa de transportes Jaime Caballero. "Me agarró de un brazo y me llevaron a la carrera al coche que habían cruzado", añade el conductor con el brazo en cabestrillo.

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Los cuatro encapuchados tenían una complexión normal y medían entre 1,70 y 1,80 metros. Iban vestidos con pantalones vaqueros y con chándales azules. "Tenían un acento español perfecto. Yo creo que eran de Madrid", destaca Miguel Ángel.

Su compañero, Apolonio R., de 48 años, recibió varios golpes que lo dejaron malherido. Uno de ellos, en una ceja, a punto estuvo de dejarle sin visión en un ojo. Los dos empleados fueron obligados a subir a la parte trasera del Seat Toledo. "Nos pusieron en posición fetal. Nos dijeron que ni les miráramos a la cara, y nos colocaron una capucha negra para que no viéramos nada", relata el conductor. "Me preguntaron si llevábamos escolta, si había alguien que nos vigilara. Yo le dije que no tenía ni idea", añade. Pero de improviso cambiaron los planes de los asaltantes: "Uno de ellos empezó a chillar 'abortad, abortad, abortad' y se pusieron muy alterados. Hasta entonces se habían comportado de una manera muy tranquila, como si controlaran bien la situación", detalla el transportista. Las órdenes se debían a que el camión cargado con 200 cajas de tabaco (10.000 cartones), conducido por uno de los delincuentes, había volcado en la rotonda de la calle de la Ventisquera de la Condesa cuando huía hacia la M-40. Uno de los ladrones empezó a gritar: "¡Aquí mismo!". Otro abrió las puertas del coche y arrojó en marcha a Miguel Ángel y Apolonio. Ambos cayeron sobre la calzada mientras los delincuentes huían velozmente tras recoger al compinche que conducía el camión.

Los dos trabajadores recibieron ayer el alta tras pasar la noche en la UCI del hospital La Paz. Ambos están con analgésicos. "Casi me destrozan el brazo derecho. Me duele muchísimo", dice Miguel Ángel, quien ya sufrió un atraco pistola en mano en 2003 cuando repartía para Coca-Cola. "Esta vez ha sido peor", asegura el conductor.

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