La ex ministra de Medio Ambiente de Lula vuelve a la política

La ex ministra de Medio Ambiente del Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Marina Silva, ha decidido poner fin a su militancia en el Partido de los Trabajadores (PT) y ultima las negociaciones para unirse al Partido Verde (PV) como senadora de esa fuerza política. Silva, que durante 30 años perteneció al partido de Lula, salió el año pasado de mala manera del Ejecutivo tras su enfrentamiento con la superministra Dilma Rousseff, la preferida del presidente para sucederle en las elecciones de 2010. La batalla entre las dos mujeres fue por el desarrollo de la Amazonia. Rousseff, encargada de llevar a cabo el programa de desarrollo económico, pretendía aumentar las tierras de cultivo y crear infraestructuras en la zona. Silva se opuso tajantemente.

La espantada de Silva ha hecho "estremecerse" al PT, como titulaba ayer el diario O Globo, que destacó que la salida de Silva se producía el mismo día en que otro influyente miembro del PT, el senador Flávio Arns, dejaba el partido. Arns alegó que lo hacía porque el PT "había arrojado la ética al cubo de la basura", en alusión a la decisión de sus compañeros de bancada de archivar todas las denuncias por corrupción y nepotismo contra el presidente del Senado, José Sarney -miembro de un partido aliado del PT-, cuya salida era deseada por el 70% de la opinión pública.

Los militantes del PV preparan para el 30 de este mes una gran fiesta para la entrada oficial de Silva en dicha formación. Silva ha reconocido que se va a sentir mejor con Los Verdes porque no es un partido demasiado estructurado y porque ella aprueba su programa de defensa de los recursos naturales y de las energías alternativas con vistas a la creación de una nueva economía sostenible para Brasil.

Una vez que Silva se incorpore al PV se espera que sopese la posibilidad de ser candidata a las presidenciales del próximo año. Tendrá, muy probablemente, que enfrentarse a Rousseff, que en estos momentos sigue un tratamiento contra el cáncer. Lula espera que su favorita se recupere a tiempo para embarcarse en la agotadora campaña electoral, que arrancará el primer trimestre de 2010.

Independientemente del comienzo de la campaña, la inesperada decisión de la ex ministra, considerada una de las figuras con mayor prestigio ético en la política del país, ha provocado un pequeño terremoto político. Es muy probable que Silva acabe por restar votos al PT en las presidenciales, sobre todo porque Rousseff no conecta con muchos de los antiguos seguidores del partido. Silva se despidió de sus antiguos compañeros de militancia con una carta en la que les llama a unirse a su batalla en defensa de la naturaleza, que ella considera por encima de los intereses partidistas.

El cantante y ex ministro de Cultura de Lula, Gilberto Gil, se ha ofrecido a ser el vicepresidente de Silva si ella decide competir.