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DÍAS DE DIVERSIÓN

Estreno en los fogones con tortillas para 32 chavales

Las comparsas retoman la escuela de cocina infantil

"Primero hemos batido los huevos. Luego, hemos pelado las patatas; después las hemos cortado..." Imanol, de nueve años, recitaba ayer de carrerilla todos los pasos que había seguido hasta llegar al momento de presión que precede a la acción de darle la vuelta a la tortilla. A su lado, Fernando Marina, cocinero del Gran Casino Nervión, le ofrecía su apoyo y, si fuese necesario, su muñeca experta de chef.

Era la primera vez que Imanol cocinaba. No se veía haciendo lo mismo que sus padres y el fogón le imponía respeto. Aingeru, dos años mayor que él, mostraba, en cambio, cierto desprecio por el peligro que entraña el fuego y presumía de que él ya ayuda en casa: "Un arroz a la cubana ya sé hacer". Como ellos, otros treinta chavales de entre 6 y 15 años participaron ayer en la escuela de cocina para niños que las comparsas festivas han organizado en el marco de su concurso gastronómico por segundo año consecutivo. Las clases prosiguen hoy con lección de talo, y mañana, de marmitako.

"Ya sé que la sartén está hirviendo. Ya he ayudado en casa"

Los chavales contaban con dos maestros de altura. A Marina, se sumaba Karmelo Bilbao, quien se define como cocinero aficionado, pero ya es un clásico de las sociedades gastronómicas vizcaínas, no les quitaba ojo de encima y supervisaba todos sus pasos. "¡Tenéis que tener cuidado con el sartén, que está hirviendo, eh!". Paula, de ocho años, le respondía con desparpajo: "Ya lo sé. Ya he ayudado en casa".

Mientras los chavales se disponían a girar la tortilla, sus padres les jaleaban desde el otro lado de las vallas que delimitaban la improvisada escuela. La escena evocaba esa imagen tan ibérica de obreros trabajando mientras un público generalmente compuesto por personas mayores les da instrucciones. "¡Mucho ingeniero es lo que hay aquí!", señalaba en tono jocoso Asier García, educador social del centro de acogida de menores no acompañados de Izarza, perteneciente a la Diputación de Vizcaya. García, junto a una decena de chavales del centro, apoyaba a dos de sus tutelados: Mouhssine y Adil, de 13 y 15 años.

"Los chicos de Izarza van todos al colegio y en verano les organizamos actividades como senderismo, excursiones a la playa o vamos a este tipo de actividades", explicaba García. Su grupo fue de los que primero llegó para inscribirse en el curso, pero decidieron que fuesen dos de ellos -elegidos por sorteo- quienes les representaran, para no copar la mitad de los puestos disponibles. "Se intenta fomentar que las fiestas sean interculturales", explicaba la concejal de Festejos, Isabel Sánchez Robles, sorprendida con las mañas de los pequeños: "¡Se dan un arte bárbaro!"

El Ayuntamiento ha decidido apoyar esta iniciativa de las comparsas. "Ellos ponen la infraestructura y nosotros, todo lo demás", explicaba Luis Fuentes, comparsero de Hontzak y miembro de la comisión festiva. Un buen número de miembros de las comparsas como monitores se aseguraban de que los niños utilizasen bien las dos cosas que más inquietaban a los padres: los 16 fuegos de las cocinas y los cuchillos.

Mouhssine y Adil fueron los primeros en terminar sus tortillas, que además eran de las que tenían un aspecto más apetecible. "No han cortado bien la patata", puntualizaba el cocinero Bilbao. "Estos chavales aún no tienen el tacto, pero aprenden muy rápido. A la segunda vez, lo harán perfecto", añadía. Alguien les animaba a hacerse cocineros, pero a ellos no les seducía del todo la idea. "Yo de mayor quiero ser mecánico", decía Adil. "Yo, jefe. De lo que sea", bromeaba Mouhssine.

Al final, todos los platos fueron catados y puntuados por el jurado, pero la organización no quería que el curso se convirtiera en concurso y puso en valor por igual a todos. "Los 32 son unos campeones", respondía Marina cuando se le inquiría sobre quién merecía ganar.

Una ría de comida

- Escuela de cocina. El programa de concursos gastronómicos incluye una escuela de cocina para niños. En los dos talleres que quedan, hoy y mañana, aprenderán a hacer talo y marmitako, respectivamente. A las once en el Arenal.

- Platos de competición. Los concursos gastronómicos se extienden hasta el último día de fiestas, el próximo domingo. Los platos con los que se competirá a partir de hoy son chipirones en su tinta, bacalao a la vizcaína, al pil-pil, marmitako y guisado de rabo. Para poder competir es imprescindible inscribirse en el Arenal a las nueve de la mañana.

- Premios. Los autores de los platos premiados recibirán un trofeo individual, así como una cantidad en metálico en función de los platos. Quienes compitan por las comparsas también recibirán un trofeo.

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