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Una tubería rota en Marqués de Vadillo corta el acceso a la M-30

Pablo de Llano Neira

La rotura de una tubería de 30 centímetros de diámetro del Canal de Isabel II en la calle del General Ricardos provocó en la madrugada del martes el desplome de dos tramos de calzada en torno a la plaza del Marqués de Vadillo (Carabanchel), concretamente en las esquinas con Antonio López y General Ricardos. Además, el agua que anegaba la zona obligó a cerrar al tráfico la conexión de Marqués de Vadillo con la M-30 desde las tres de la madrugada hasta las 8.30. El enlace con la plaza de Pirámides estuvo clausurado hasta las 12.00. Un total de 10 vecinos, según el Canal Isabel II, se quedaron sin agua durante el día, y se tuvo que cortar un conducto de gas, atrapado por uno de los derrumbes. El canal no informó de la cantidad de agua perdida.

No es la primera vez que las conducciones ponen la plaza patas arriba. En mayo de 2007 la rotura de un colector de aguas residuales anegó el vestíbulo y los andenes de la parada de metro de Marqués de Vadillo, dejándola sin servicio hasta dos meses después. Las inundaciones por fugas de agua potable, según los vecinos, son frecuentes. "Calculo, al menos, un reventón cada dos años", decía José Luis Sánchez, encargado de un puesto de lotería en la plaza desde mediados de los ochenta.

Instalaciones antiguas

La red de conducciones, según informaba sobre el terreno un encargado del Canal Isabel II, "tiene muchos años y por eso causa problemas". Un camarero de un bar próximo añadía: "Estas tuberías llevan aquí la tira; se rompen cada poco, las remiendan y se vuelven a romper". En su calle, Antonio López, los operarios del Canal trabajan desde hace meses para cambiar la canalización.

Las obras de reforma de tuberías también están en marcha en el lugar donde estalló ayer el conducto, en la entrada a General Ricardo por Marqués de Vadillo.

"No se ha planeado sustituir estos tubos", afirmó una portavoz del Canal Isabel II, que reiteró que la fuga de agua fue "un accidente fortuito", sin relación con la antigüedad de las instalaciones. Un grupo de obreros retiraba ayer a mediodía el conducto estropeado, maniobrando en torno a un enorme boquete de cinco metros de largo, producido por el corrimiento de tierras que causó el agua. La rotura causó la inundación de los almacenes de una oficina y de una cafetería.

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En la salida de Marqués de Vadillo a Antonio López, encargados de Gas Natural se ocupaban del segundo desaguisado que causó el flujo de agua: el desplome del firme sobre un conducto de gas, que resistía doblado el peso del hormigón.

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