Boí Taüll pide un aval al Instituto Catalán de Finanzas

La estación de esquí leridana de Boí Taüll quiere poner en marcha para el año que viene un plan de crecimiento para sortear la crisis que sufre la empresa, cuyo principal accionista es la inmobiliaria Nozar. La estación prevé ampliar sus pistas en unos 30 kilómetros, hasta llegar a 80, y conectar uno de sus hoteles, el de Pla de L'Ermita, con la estación a través de un telecabina. Además, Boí Taüll ha presentado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afecta a 16 trabajadores y ha solicitado un aval al Instituto Catalán de Finanzas (ICF), que depende de la Generalitat.

Boí Taüll será la primera estación ilerdense en disponer de un hotel unido a la estación. El proyecto prevé también conectar el futuro aeropuerto de Alguaire con el hotel a través de una línea regular de autocares. Pero la estación no atraviesa un buen momento. Nozar tuvo que pedir en mayo el convenio anticipado para renegociar una deuda de 700 millones. "En los últimos cuatro años la estación ha tenido que poner 30 millones sacados de sus ingresos directos", explicó el consejero delegado de la empresa, Jordi Sabaté.

La reducción de gastos ha conllevado un recorte de plantilla. Boí Taüll presentó ayer mismo un ERE que afecta a 16 trabajadores, aunque podrían haber sido 50. Y es que la estación decidió que los tres hoteles que tenía abiertos todo el año pasaran a operar sólo durante la temporada de esquí.

Recorte de plantilla

"No podemos mantener a 75 personas en temporada baja. Nos quedaremos con 30 para el mantenimiento de pistas y del complejo, pero al resto sólo les podemos ofrecer un contrato fijo discontinuo", dijo.

Para obtener liquidez, la empresa ha solicitado al ICF que avale sus préstamos bancarios a corto plazo, cuya cuantía Sabaté no quiso comentar. "En los últimos años nos hemos endeudado al no tener la liquidez que nos aportaba nuestro principal accionista. Necesitamos circulante, pero la continuidad de Boí Taüll está garantizada", concluyó.