El Banco de España avisó en 2005 del riesgo de Cajasur en el ladrillo

El Banco de España mantenía bajo lupa la gestión de Cajasur desde 2005 por la elevada concentración de riesgos en el sector inmobiliario y los desmanes en la gestión del cura Castillejo, que dejó la presidencia de la caja en julio de 2005. Un informe remitido al consejo de administración de la entidad de ahorros andaluza unos meses antes de la salida del polémico gestor detalla los numerosos problemas detectados por el supervisor bancario en la operativa de la caja, desde la creación de empresas participadas junto a promotoras inmobiliarias -que todavía lastran las cuentas del grupo- al descontrol absoluto de la obra social.

Rara era la reunión del consejo de administración de Cajasur de los últimos cuatro años en la que no se abordara el seguimiento de las "recomendaciones" realizadas por el Banco de España a esta entidad, controlada por la Iglesia católica. "Hemos estado bajo la mirada atenta del Banco de España", reconoce uno de los actuales consejeros, quien asegura que la "alta concentración inmobiliaria" era el principal lastre de la entidad cordobesa. La dirección de Cajasur ha intentado solventar esta situación heredada de la etapa del cura Miguel Castillejo, que estuvo al frente de la entidad durante casi tres décadas. "Pero ahora con la crisis no había forma humana de reconducir la situación", añade este miembro del Consejo de Administración.

Fusión o intervención eran las dos únicas salidas. Cajasur ha conseguido la menos traumática y se unirá con la malagueña Unicaja. La caja cordobesa ha ocupado los primeros puestos en la lista de entidades de crédito con más problemas del país durante los últimos meses: líderes en morosidad y en riesgos en el ladrillo.