Aparece amianto en el asfalto de las calles del centro de Girona
La reforma de la carretera de Barcelona se aplaza para evitar riesgos
Las obras de reasfaltado y mejora del firme de la carretera de Barcelona han supuesto un desagradable hallazgo para el Ayuntamiento de Girona. La teniente de alcalde del área de Movilidad, Isabel Salamaña, explicó ayer que un importante tramo de la principal arteria circulatoria de la ciudad está contaminado por amianto, una peligrosa sustancia que por sus nocivos efectos para la salud de las personas está prohibida desde 2002. El descubrimiento de la presencia de amianto en el asfalto supone un quebradero de cabeza para el Ayuntamiento porque da al traste con las previsiones de tener listo y terminado el proyecto de obras.
El área de Movilidad tuvo las primeras dudas sobre la composición del asfalto que cubre la carretera de Barcelona a principios de verano. La empresa encargada de los trabajos, Construccions Rubau, arrancó unos cuantos pedazos del suelo sospechoso y los hizo analizar. Los resultados revelaron que el asfalto contiene amianto y se encendieron las luces de alarma en el Ayuntamiento.
El buen estado del firme ha evitado que se desprendieran fibras de amianto
A la luz de los resultados, el Consistorio actuó con premura y encargó un estudio sobre el problema a Ferrolezama, una empresa especializada en adecuaciones y riesgos ambientales. La idea era averiguar qué tipo de amianto hay en el asfalto y cuál es el mejor método para deshacerse de las placas sin generar riesgo para la integridad física de los vecinos.
El informe ha supuesto un alivio: los valores de amianto que hay en el suelo de Girona no superan el 2,28%, lo que supone que son inferiores a los parámetros de referencia que baraja la normativa española, y no sólo ésta, sino que están igualmente por debajo de las exigencias de otras legislaciones más restrictivas, como la de Estados Unidos o el Reino Unido. Con estos datos en la mano, la teniente de alcalde se congratuló ayer al poder asegurar que "los valores no presentan riesgo para la salud de las personas".
Ésta era la primera buena noticia en días después de que los peores presagios se hubieran ido cumpliendo uno a uno: al descubrimiento del amianto le sucedió la noticia de que el tramo que estaba más contaminado es el que va del supermercado Hipercor a la Ronda de Ferran Puig, o lo que es lo mismo: el sector que se adentra en el entramado urbano del centro de la ciudad y que discurre entre bloques de viviendas.
La parte afectada tiene 1,5 kilómetros y en ella será imposible, de momento, llevar a cabo el proyecto de reforma que, aprovechando una partida de los Fondos Estatales de Iniciativas Locales, había previsto el Consistorio. Cualquier obra agresiva que precise movimientos de tierras o que suponga resquebrajar la actual base de asfalto elevaría el umbral de peligro ya que equivaldría a poner en el aire las partículas de amianto pegadas en el alquitrán.
La teniente de alcalde gerundense ponía ayer de relieve que de momento, para no perder la subvención del plan Zapatero, se optará por cubrir el tramo que tiene amianto con una capa de asfalto nuevo y limpio, y que habrá que estudiar qué solución se adopta en el futuro para retirar el material contaminado. Salamaña añadió que en ningún momento ha habido riesgo porque, aunque la carretera fue asfaltada en 1982, cuando era alcalde Joquim Nadal, el buen estado de ésta ha impedido que se desprendieran fibras de amianto.
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