El fútbol argentino se planta
Los clubes de Primera amenazan con no empezar la Liga si las televisiones no les ayudan a reducir sus 127 millones de deuda
Los clubes argentinos, hundidos por las deudas, amenazan con abortar el inicio de la Liga. "Preocupa que el fútbol no comience porque este país sin fútbol es dramático", declaró ayer el seleccionador, Diego Maradona. En un país con tragedias mayores, la suspensión del Torneo Apertura, que debe comenzar el 14 de agosto, le quitaría entretenimiento y la posibilidad de la catarsis a los apasionados hinchas argentinos.
El comité ejecutivo de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) resolvió la noche del martes por unanimidad que ni la Primera División ni las demás categorías comenzarán la nueva temporada. Los 20 clubes de Primera totalizan deudas por 127 millones de euros y sus principales acreedores son la propia AFA, el Estado argentino y los jugadores. Por eso, presionan para que la propietaria de los derechos televisivos les duplique su aporte para la temporada la próxima temporada de los 48 millones previstos a 96 millones. Los derechos pertenecen una sociedad integrada por el grupo de medios Clarín y la productora Torneos y Competencias, entre cuyos accionistas figuran la norteamericana Liberty (40%) y Telefónica (20%).
"Esta país sin fútbol es dramático", dijo el seleccionador, Diego Maradona
La AFA quiere publicar los ingresos por derechos televisivos hasta los 96 millones
"La televisión puede ofrecer alguna colaboración para solucionar este problema. Tenemos que esperar, la situación no es fácil", dijo el eterno presidente de la AFA, Julio Grondona, tras reunirse el martes con el jefe de la agencia tributaria, Ricardo Echegaray. El funcionario destacó que varios clubes se acogieron a una regularización de deudas por 54 millones, que no es exclusiva para el fútbol sino para todos los contribuyentes, en el marco de una moratoria abierta en este año de crisis para reforzar las arcas fiscales. Boca Juniors y River Plate no son sólo los clubes más populares de Argentina sino también los más endeudados, con más de 19 millones cada uno.
Grondona viene pregonando desde hace semanas que los equipos están en problemas y que la AFA no los puede ayudar. En primer lugar, reclamó al Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner que autorice las apuestas por Internet, pero no lo consiguió. El ex presidente del Vélez Sarsfield, Raúl Gámez, alzó su voz contra el proyecto: "Estoy convencido de que podría ser algo muy perjudicial. Tuvo historias feas en países con otra cultura, como en Alemania, Italia y Brasil".
En segundo término, el presidente de la AFA pidió ayuda al Estado, pero Hacienda no está dispuesta a perdonar nada sino a refinanciar. Por último, ha apelado a la televisión, pero los dueños de los derechos responden que quieren extender el contrato, que vence en 2014, hasta 2020. El Gobierno de Fernández, mientras tanto, quiere acabar con el "monopolio" televisivo del fútbol en una nueva ley de radiodifusión, que reemplace a la creada por la última dictadura militar (1976-1983). "Si la gente no tiene fútbol, no creo que compre el [servicio de TV por] cable", amenazó Grondona.
"Me preocupa que Julio [Grondona] no consiga sus objetivos", deslizó Maradona, a quien el presidente de la AFA le prohibió llevar a Óscar Ruggeri como ayudante del seleccionador. El martes, unos 70 manifestantes lanzaron piedras contra la sede de la AFA al grito de "Grondona, ladrón". El jefe de la AFA, que ocupa este cargo desde hace 30 años, atribuyó el ataque a ex dirigentes del Racing de Avellaneda.
Los futbolistas, mientras tanto, esperan que los clubes les abonen los siete millones que les adeudan. La crisis mundial ha reducido en esta pretemporada en un 20% las transferencias de jugadores, que a su vez cayeron a la mitad en volumen de dinero, lo que complica aún más las finanzas de los equipos. La venta de futbolistas jóvenes a Europa, y ahora también de veteranos a Oriente Medio, salva cada año algunas cuentas de los clubes argentinos. El año pasado, los equipos de Primera ganaron 17 millones, pero resultaron insuficientes para reducir los pasivos.
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