Madrid-Río no se pone el arnés
Los obreros trabajan sin cumplir las medidas de prevención obligatorias
Sin casco, sin arnés y en andamios precarios. Los trabajadores de la plataforma del puente del Rey y de los bajos del puente de Segovia -dos de las 36 intervenciones del proyecto Madrid- Río- trabajan a destajo para terminar las obras antes de diciembre de este año, requisito indispensable del Ejecutivo central para que se financien con el Fondo Estatal de Inversión Local (conocido como Plan E). Con prisas o sin ellas, la normativa de prevención de riesgos laborales se descuida.
Según ha podido comprobar este periódico, acompañado de un técnico en prevención de riesgos laborales de UGT y asesorado por Joaquín Aparicio, catedrático en Derecho del Trabajo en la Universidad de Castilla-La Mancha y experto en salud y seguridad laboral, en las obras del puente del Rey se detectan graves incumplimientos de la normativa de prevención de riesgos laborales. Lo mismo ocurre en el puente de Segovia, también un proyecto municipal.
El empresario tiene que exigir a sus trabajadores el uso de protección
Las infracciones más comunes en estas obras son la falta de equipos de protección individual. Este equipamiento incluye la ropa de trabajo, calzado adecuado, mascarilla, gafas, guantes, cascos, arneses y todos los elementos protectores necesarios para cada trabajo. "Son facilitados antes de comenzar la obra a todos los empleados, que están obligados a hacer uso de ellos", tal y como explica Manuel Arnáiz, director general del proyecto Madrid-Río. "Es la empresa constructora quien tiene la obligación de exigir su uso, no nosotros", advierte al ser preguntado por los responsables de exigir el cumplimiento de la normativa.
Aunque según el Ayuntamiento los incumplimientos "deben de ser casos puntuales", lo cierto es que en las visitas realizadas por EL PAÍS no fue difícil encontrar obreros en las alturas sin arnés u otro tipo de medida de sujeción homologada.
Un ejemplo de ello se encuentra en un andamio de madera anclado precariamente a un muro en los trabajos del puente de Segovia. La plataforma sostiene a tres obreros que llevan puesto religiosamente el casco; sólo uno porta el arnés correspondiente. Otro de los trabajadores va equipado con el cinturón, pero no está enganchado a la línea de vida (el cable de acero donde deben sujetarse los arneses). El tercero carece de cualquier medida de seguridad. El catedrático Aparicio califica este incumplimiento como muy grave y recuerda que el empresario debe exigir a sus trabajadores el uso de protección. "Además, la ausencia de escalera sugiere el tipo de acceso que tienen los trabajadores a la plataforma", indica el experto.
El mismo día en que se tomó esa imagen, el pasado 10 de julio, otros tres operarios faenaban sobre un estrecho bordillo con caída al río, en las inmediaciones del puente del Rey. Igualmente, ninguno de ellos llevaba puesto el arnés obligatorio.
Arnáiz subraya que la remodelación del puente del Rey no interrumpa el funcionamiento normal de la ciudad, dado que el cruce del río es un itinerario común para el peatón. Sin embargo, Aparicio replica: "El espacio de la obra ha de estar perfectamente delimitado y separado de la circulación. Los peatones no tienen por qué esquivar material de obra o caminar por calles a medio asfaltar". En caso contrario, existe "un problema de seguridad general".
El catedrático advierte que la maquinaria debe trabajar en un espacio por donde no pasen los peatones. En caso de que una máquina deba invadir el paso de los viandantes es imprescindible que haya alguien que supervise la maniobra. "En este caso es el Ayuntamiento el encargado de evitar que cualquier ciudadano sufra un accidente".
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