'Kriptonita'
Han estallado los nervios y la televisión lo retransmite. Creíamos que el himno nacional tarareado por la presidenta de Madrid era un accidente de la euforia, pero ayer recibió en su casa al ministro del Interior y también le cantó.
Que le cante a Contador es lógico, pero que le cante a Rubalcaba, el diablo para el PP, suena a venganza en la Puerta del Sol. Para redondear ese cumpleaños feliz con que obsequió al ministro, le hizo a su partido otro hueco: llamó a Zapatero para pedirle perdón por haberle llamado piquetero.
Hay nervios. La tele lo ha dado a cuentagotas, como Amar (valga la paradoja) en tiempos revueltos. Cuando Esperanza le pedía perdón al presidente, la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, le decía a Zapatero "autoritario". Sin perdón.
La tele no podía decir por qué se producía esta dislexia entre Génova y la Puerta del Sol. El desenlace se supo luego: en Génova estaban desactivando la kriptonita que habita en el despacho de Rajoy y no les había dado tiempo de decirle a Esperanza que no era el día del perdón, sino el día de acción de gracias, porque las iniciales LB se diluyen, de momento, en las solapas del traje del PP. Quedan restos, claro, porque la ansiada dimisión es provisional, como un alivio de luto.
Recuerda esta dimisión los desenlaces de las series de éxito: preparan dos finales, por si acaso, y ahora hay escenificado un final... provisional. Le queda kriptonita a Rajoy, y le queda kriptonita a Esperanza, que es a su vez la kriptonita de Rajoy. Al presidente del partido le queda un poco (o un mucho: un poco de Bárcenas es mucho) del tesorero. Y a la presidenta le queda la kriptonita de los espías. A ver si dice cantando lo que afirmaba sobre lo que este periódico dijo de los espías. Lo que decía ella y lo que decían tantos sobre la invención de los espías. Pues ahí están, eran de carne mortal, no los inventó esta prensa. Eso sí que es kriptonita.
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