Santana retrasa su privatización seis meses por la caída de las ventas
La compañía rompió el último año la tendencia de reducción de las pérdidas
Santana Motor, la empresa propiedad de la Junta de Andalucía, va a retrasar al menos seis meses el plan de privatización de su planta de Linares (Jaén). El nuevo presidente de la compañía, el jiennense Bienvenido Martínez -que sustituye a José Manuel Muriel, nombrado consejero del grupo SOS- ha confirmado que la caída de la demanda en el sector de la automoción, unido a la crisis más acentuada en el segmento de los 4x4 que fabrica Santana, ha enfriado las conversaciones que se habían abierto tanto con Iveco, para hacer efectiva la opción de compra del modelo Massif, como con otro grupo inversor extranjero, líder en el transporte por carretera.
"Tenemos que acomodar las negociaciones a las nuevas circunstancias del mercado", subraya Martínez, un gestor con amplia experiencia que procede de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía, IDEA.
El nuevo presidente reanuda los contactos con los posibles inversores
El sector de los todoterreno fue el último año el más perjudicado por la crisis, con una caída media del 37,3%. Las ventas de los modelos Massif, que comercializa Iveco, y el Jimmy, bajo la marca Suzuki, cayeron el último año un 55%, lo que ha provocado que se rompa la tendencia de reducción de pérdidas de los últimos ejercicios en Santana. Así, según informó el consejo de administración del pasado viernes, el año 2008 se cerró con un balance negativo de 56,1 millones de euros, frente a los 12,7 millones de 2007 ó los 23,9 millones de 2006. La producción cayó un 32,5% en 2008 con respecto a 2007, pasando de fabricar 6.692 vehículos a 4.514 unidades.
De momento, la opción de compra del grupo Fiat-Iveco sobre el modelo Massif, que vence en noviembre de 2010, no podrá acelerarse, como se había previsto hace unos meses, por la caída de las cadencias en el segmento de los vehículos para carga. Iveco fue en 2008 el tercer grupo con mayores descensos en las ventas.
Por otro lado, a finales de 2009 finaliza el contrato con Suzuki para la fabricación del modelo Jimny, tras la prórroga firmada en 2007. Este modelo dejará de fabricarse este mismo mes y los trabajadores se integrarán en la cadena de montaje del Massif. Aunque ya no caben más prórrogas -Santana demandó a Suzuki por repercutir toda la reducción del mercado en la planta de Linares, y no en la que tienen en Japón-, Bienvenido Martínez asegura que a Santana le podría interesar quedarse con la plataforma de fabricación del Jimny para nuevos productos.
Martínez va a reanudar hoy martes en Madrid los contactos con los responsables de Iveco, Suzuki y también con los del grupo inversor interesado en la adquisición de la rama automovilística. Eso sí, deja claro que en las negociaciones no sólo se pondrá sobre la mesa el futuro de la factoría de Linares, sino también el de las más de 200 empresas auxiliares de la automoción de la provincia de Jaén que giran alrededor de Santana. "Queremos que Santana siga siendo el motor de la industria auxiliar", subraya Martínez, consciente de la inquietud generada entre los 3.000 trabajadores del parque de proveedores de Santana.
Lo que sí parece claro es que los futuros dueños de Santana heredarán una plantilla de 363 trabajadores en situación de regulación de empleo durante 39 semanas del año 2010, aunque, eso sí, percibiendo el 86% de su salario. Los gestores de Santana consideran que este ERE "quitará presión" a los nuevos inversores.
Bienvenido Martínez admite que Santana vive "uno de los momentos más delicados y complicados", pero se muestra esperanzado en el futuro, gracias en parte al plan de diversificación industrial diseñado por la Junta y que ha permitido la creación de varias sociedades mixtas para fabricar vagones de tren, aerogeneradores o vehículos de emergencias.
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