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Entrevista:STEFANIA PEZZOPANE | Presidenta de la provincia de L'Aquila | VIENE DE PRIMERA PÁGINA... EL TERREMOTO EN ITALIA

"La reconstrucción será un pelotazo"

El 6 de abril, a las 3.32 de la noche, la tierra tembló en L'Aquila, preciosa ciudad italiana de 70.000 habitantes. Murieron 309 personas, hubo más de 3.000 heridos y casi 60.000 vecinos se quedaron sin casa. Las empresas cerraron. Los colegios también. La universidad, frecuentada por 28.000 estudiantes que daban vitalidad a la ciudad, tuvo que plegar sus puertas. Italia se volcó en la ayuda a los terremotati, y Silvio Berlusconi se empleó a fondo, visitando la zona más de 20 veces. Hace un par de semanas, llegó el G-8 a la capital del dolor, y con él los líderes mundiales.

En ese momento, se erigió entre las ruinas de L'Aquila una figura diminuta. Era Stefania Pezzopane, la presidenta de la provincia. Cuando Barack Obama se paró a despedirse de ella, la presidenta le pidió una foto y Obama se puso en cuclillas para estar a su altura. Después llegaron George Clooney y Bill Murray para inaugurar un cine prefabricado en el pueblo de San Demetrio, y Pezzopane siguió triunfando: Clooney la besó en la boca, y Murray la cogió en brazos ante la atenta mirada de Sonsoles, la esposa de Zapatero.

Los vecinos viven en tiendas de campaña y hoteles esperando ayuda del Gobierno

Atrás quedó el breve cuarto de hora de fama, y la vivaz presidenta, de 48 años, 1,48 de altura, ex comunista, madre de una hija, 3.600 euros de sueldo, ha vuelto a la cruda realidad y está muy preocupada. Los vecinos siguen viviendo en tiendas de campaña y en hoteles, esperando que el Gobierno cumpla sus promesas.

"Me inquieta nuestra fragilidad. Tenemos pocos recursos, la economía no ha echado a andar, el Gobierno nos ha dicho que tenemos que pagar impuestos, hay muchos empresarios sin hacer nada, mucha gente en paro, y está en peligro la integridad cultural de la ciudad". Pezzopane perdió la casa en el terremoto. Hoy vive en la costa, a más de 100 kilómetros de su ciudad. Como ella, otros 33.000 aquilanos están alojados en hoteles. "Tenemos la mitad en tiendas y la otra mitad en la costa. En la provincia, hay más de 100.000 personas desalojadas".

Berlusconi ha dicho que la reconstrucción va muy bien, a ritmo récord, ha hablado incluso de milagro... "Ese discurso, me temo, es propaganda barata. Necesitamos las ayudas del Estado y del Gobierno, pero anunciar lo de los impuestos durante el G-8 ha sido un palo en la cabeza. Berlusconi ha prometido que en septiembre no habrá nadie en las tiendas, pero no ha garantizado casas para todos".

Pezzopane explica que el Gobierno ha decidido todo sin consultar a los vecinos. "Están construyendo 20 new town para 13.000 personas en la periferia, y las casas del centro, que son casi todas segundas residencias, no se tocan. Sin centro histórico, ni empresas, ni universidad no habrá ciudad, y muchos no volverán".

Otro miedo de la presidenta lo expresan muchos coterráneos cuando se les pregunta: "Tememos que las mafias se hayan infiltrado y que la reconstrucción sea un gran pelotazo inmobiliario. Las contratas se han hecho a toda prisa, sin apenas controles. Y estamos hablando de muchos millones de euros. Es verdad que hay una emergencia, pero ya sabemos lo que significan las emergencias en Italia. Más que un plan de viviendas, lo que hay en marcha es un grandísimo negocio".

Mientras tanto, las réplicas del terremoto siguen aterrorizando a los vecinos. Las hay casi todos los días, algunas de ellas son tan fuertes que la gente sale de las tiendas a la calle. La presidenta cree que ése es otro motivo de inquietud. "Nadie ha profundizado en ese dato. Cuando la gente está aterrorizada, bajan sus defensas de autonomía. En esas condiciones es muy fácil ser engañado y manipulado".

Echando la vista atrás, ¿el G-8 fue positivo o negativo? "Desde el punto de vista político fue una cumbre de transición. Desde el punto de vista de la ciudad herida, ha sido positivo. Luché porque no fuera una reunión de búnker, exigí que les dejaran venir al centro histórico. Luego me encontré con un Obama tan cordial, tan juvenil, tan líder y tan humilde... Fue maravilloso. Pero Zapatero ha sido el más generoso. De los otros esperábamos más. La restauración del fuerte español va a costar 50 millones de euros. Y debe saber una cosa: el que reconstruye el monumento a la fuerza de L'Aquila reconstruye nuestra alma".

Stefania Pezzopane, con el presidente de EE UU, Barack Obama; el presidente de la región, Gianni Chiodi, y el alcalde de L'Aquila.
Stefania Pezzopane, con el presidente de EE UU, Barack Obama; el presidente de la región, Gianni Chiodi, y el alcalde de L'Aquila.AFP

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