La Seda venderá plantas y recortará empleo

El Consejo de Administración de La Seda de Barcelona aprobó el sábado un drástico plan de reestructuración con el que espera superar su angustia financiera: eliminará unos 300 empleos, cerrará su planta del Reino Unido, aplicará un ajuste en la gaditana de San Roque y colgará el cartel de se vende en la de Simpe (Italia), Portalegre (Portugal), IQA (Tarragona), Volos (Grecia) y TurkPET (Turquía).

La Seda, que acumula una deuda de 868 millones y ha tenido que revisar al alza varia veces sus pérdidas de 2008, hasta los 565 millones el año (589, según sus auditores), informó ayer de su propuesta, que busca abandonar el área de materias primas y reducir a la mitad su producción de PET, plástico que se utiliza en la mayor parte de envases, del millón de toneladas de capacidad instalada actual, hasta 550.000 toneladas. La firma quiere crecer en el negocio de PET reciclado.

Con las desinversiones, que incluyen terrenos no adscritos a la actividad industrial, el grupo químico espera ingresar entre 250 y 300 millones de euros. Asimismo, quiere impulsar una ampliación de capital por 150 millones. También prepara una "notable reducción de costes laborales, materias primas y servicios energéticos" en su fábrica de San Roque. "La voluntad de La Seda de Barcelona es dar continuidad a la planta gaditana a través de estas medidas, de lo contrario se planteará el cierre definitivo de la factoría", advirtió ayer el grupo.

El recorte de 300 puestos de trabajo previsto para este año incluye a los 240 empleados afectados por el cierre en el Reino Unido, cuya tecnología se encuentra "hoy en día superada en costes", según la compañía, pese a que la adquisición se realizó en 2007.

También deja en manos de Caixa Geral el proyecto de una nueva fábrica de la materia prima del PET, el PTA, en Sines (Portugal). Según el grupo, Caixa Geral ha comprado capital de la sociedad del proyecto, Artenius Sines, por 40 millones. La Seda afrontaba un crédito puente de 96,9 millones con la entidad portuguesa y tenía las acciones de este proyecto como garantía.

La Seda quiere aplicar este tijeretazo después de un ciclo de fuerte expansión a base de compras. Ahora espera que los bancos con los que renegocia un préstamo sindicado de 578,7 millones confíen en el plan y le concedan una prórroga.