Meir Amit, el modernizador del Mosad
Dirigió el nuevo servicio de espionaje israelí entre 1963 y 1968
Fue el refundador del Mosad, el modernizador. Como lo describe el analista Amir Oren en el diario Haaretz, el "padre adoptivo" del servicio de espionaje israelí, que dirigió entre 1963 y 1968. El general Meir Amit (nombre original Meir Slutzki, nacido en Tiberias en 1921) culminó su carrera militar -dirigió la campaña del Sinaí en 1956- como jefe de la inteligencia militar y fue designado en 1963 por el primer ministro David Ben Gurión jefe del servicio de espionaje exterior.
Durante algunos meses ejerció ambos cargos, hecho sin precedentes en la historia de Israel. No hay un aspecto esencial de la vida del joven Estado en el que no se implicara: fue miembro del kibutz Alonim (Galilea), soldado de la Haganá -el embrión del futuro Ejército- durante la guerra de 1948, desatada tras la declaración de independencia, y tras abandonar el Mosad, asumió la dirección del conglomerado de empresas Koor, el más importante en la década de los sesenta, diputado y ministro. Murió el 17 de julio pasado llevándose a la tumba secretos que permanecen clasificados en los archivos del Mosad.
La información que reunió propició la victoria en la guerra de los Seis Días
Su contribución esencial fue fomentar la colaboración entre los diferentes servicios de espionaje israelíes -a menudo celosos unos de otros y a la greña, como suele suceder en tantos países- para proveer al jefe del Gobierno y al del Estado Mayor de la información más precisa posible. Trabajó durante años junto a las personas que formaban el núcleo de dirigentes -Isaac Rabin, Moshe Dayan, Simón Peres- que adoptó las decisiones trascendentales y que más tarde alcanzarían la jefatura del Ejecutivo.
La información proporcionada por el Mosad bajo el mando de Amit fue crucial para la arrolladora victoria israelí en la guerra de los Seis Días, en junio de 1967. Días antes viajó a Washington, y a su regreso aseguró que Estados Unidos no se opondría a un ataque contra el Ejército egipcio. El ministro de Exteriores de la época, Abba Eban, era de la opinión contraria. Amit, que alentó revueltas kurdas en Irak, cosechó uno de sus logros más relevantes con la Operación Diamante, la deserción de un piloto iraquí que voló a Israel a bordo de un cazabombardero Mig-21 de fabricación soviética en 1966. La expansión de la colaboración del Mosad con otros servicios extranjeros también se debe a su tenacidad.
En 1977 se convertiría en diputado y ministro de Transportes y Comunicaciones tras afiliarse al partido laico y liberal Shinui, que abandonaría en 1980 para sumarse al movimiento laborista. Como es frecuente entre los mandos castrenses, y tras dejar atrás la política activa, ingresó en la industria militar: fue nombrado presidente de la empresa que opera el sistema de comunicaciones por satélite Amos. Recibió en 2003 el Premio Israel, el galardón más importante del país. "Era un líder natural, alguien en quien la gente confiaba, y al mismo tiempo un visionario para el Estado", declaró el actual presidente, Simón Peres, viejo amigo, tras conocer el fallecimiento de Amit a los 88 años.
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