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El PNV busca un pacto con Zapatero para conservar el poder en Álava

Los nacionalistas están dispuestos a negociar los Presupuestos del Estado

Luis R. Aizpeolea

Dirigentes del Partido Nacionalista Vasco (PNV) han pedido al Partido Socialista de Euskadi que les faciliten un cauce de diálogo con la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE para restablecer las relaciones que ellos mismos rompieron cuando Patxi López fue elegido lehendakari. Esa reanudación de las relaciones supondría no sólo la negociación de los Presupuestos del País Vasco; también repercutiría en la de los Presupuestos Generales del Estado, según confirman fuentes nacionalistas y socialistas.

Las relaciones entre el PNV y PSOE se rompieron formalmente pocos días después del 1-M, cuando el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, desoyó la petición del líder del PNV, Iñigo Urkullu, para que impidiese que López presidiera el Gobierno vasco.

Los peneuvistas piden al PSE que les abra una vía de diálogo con el PSOE

A partir de ese momento, el PNV se lanzó a una oposición frontal contra el Ejecutivo de Zapatero, que ahora parece reconsiderar. Su invitación a recomponer las relaciones con el PSOE coincide con la oferta de pacto de estabilidad, centrada en la lucha contra la crisis económica, que ha dirigido al Gobierno de Patxi López en Euskadi.

El cambio del PNV en sólo cuatro meses obedece a razones de fondo. Por un lado, a la presión de sectores empresariales y de sus bases más moderadas, que no conciben que un partido con vocación y poder institucional -el PNV preside las tres diputaciones vascas y la mayoría de los ayuntamientos de la comunidad- haga una oposición montaraz, como la que ha desarrollado estos meses, sobre todo en las Cortes españolas. El último Euskobarómetro -el prestigioso sondeo de la Universidad del País Vasco-, realizado en junio, insistía en que una mayoría amplia de vascos pedía una colaboración institucional entre el PNV y el PSE.

Pero el cambio también obedece a razones tácticas: asegurarse el Gobierno de la Diputación de Álava, del que puede ser desalojado si el PSE apoya la moción de censura con la que amaga el PP, y que provocaría la pérdida en cascada de algunos ayuntamientos. Fuentes del PNV confirman que "la negociación con el Gobierno de Zapatero se hará pensando en la situación política vasca más que en la obtención de beneficios en Madrid".

El PP vasco, y sobre todo sus dirigentes alaveses, presiona al PSE desde la elección de López como lehendakari con su plan de presentar una moción de censura que desaloje al PNV del Gobierno de la Diputación. Los socialistas se han negado reiteradamente a respaldarla con el argumento de que la Diputación de Álava no ha creado problemas al nuevo Gobierno vasco. Además, arguyen que no hubo ningún compromiso sobre Álava en el pacto de Gobierno que suscribieron en abril el PSE y el PP. El PSE resalta que el pacto con el PP decía expresamente que no descartaba ampliar acuerdos con otros partidos, como el PNV.

"La estrategia del PNV es inteligente", admiten fuentes socialistas. "Con la oferta del pacto de estabilidad a Patxi López en Euskadi y la propuesta de recomponer las relaciones con el PSOE en las Cortes hacen imposible la moción de censura en Álava por mucho que presione el PP. El PNV juega con la baza de que la opinión pública vasca no podría entender que mientras ofrece un pacto de estabilidad al lehendakari, lo desalojemos de Álava. Y, de paso, introduce una cuña entre el PSE y PP".

Pero el problema de Álava ha quedado sólo aplazado. El PSE y el PNV están convencidos de que el PP vasco volverá a presionar con la moción de censura en septiembre, en vísperas de la negociación de los Presupuestos del País Vasco.

El PP tiene todo por ganar y nada que perder en ese envite. Si logra su objetivo -la moción de censura-, gana la Diputación de Álava, capitaliza su apoyo al Gobierno de López y aleja el riesgo de que el PNV le pueda sustituir en la gobernación de Euskadi.

El beneficio para el PP nacional es mayor, porque profundizaría la fisura abierta entre el PSE y el PNV tras el desalojo de los peneuvistas de Ajuria Enea en mayo. Eso permitiría a Mariano Rajoy mantener el juego que ha desarrollado estos meses: utilizar el malestar del PNV contra los socialistas para desestabilizar al Gobierno de Zapatero en las Cortes.

José Luis Rodríguez Zapatero charla con el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka.
José Luis Rodríguez Zapatero charla con el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka.GORKA LEJARCEGI

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