Medicina en la Complutense, 8,83

Laura Torres, una alumna del colegio privado madrileño San Viator, tiene una nota media de 9,50 entre sus estudios de Bachillerato, superados a base de dieces, y su calificación en la Selectividad. Quiere estudiar Medicina en la Universidad Complutense. Así dejará satisfecho el anhelo de su abuela María Teresa: "Ella fue enfermera antes de la Guerra Civil y después lo tuvo que dejar. Ha sido emocionante decirle que podré ser médica", contaba ayer.

Y lo hará, porque para obtener el título que le acredite como médica rebasa con holgura el 8,83, la nota mínima con la que podrá matricularse el alumno con calificación más baja, lo que se denomina nota de corte, que exige la Complutense.

Casi un tercio de los que aprobaron en junio pidieron Medicina

Estudiar Medicina en una universidad pública de Madrid se vuelve cada vez más complicado. Entre todas las facultades de la región que publicaron ayer sus listas de alumnos admitidos, las cuatro que han requerido una nota más alta son de esta especialidad. Para entrar en Medicina de la Complutense ha sido necesario un 8,83. Ésta es la nota media más baja entre los 360 alumnos que han conseguido plaza en esta facultad.

La nota mínima para entrar en Medicina ha subido una décima con respecto al curso pasado en cada una de las facultades de Madrid, que copan la lista de titulaciones más inaccesibles de la región. En el quinto lugar aparece el Doble Grado en Ingeniería Informática y Matemáticas de la Universidad Autónoma, con una media de 8,62. Esta carrera ocupaba el primer puesto de la lista en 2007.

Es el segundo año consecutivo que la Facultad de Medicina de la Complutense ocupa el primer lugar de la lista de carreras inaccesibles de la Comunidad. En 2008, la nota de corte fue una décima menor, 8,73. De las otras tres facultades de Medicina madrileñas, la Autónoma pide este año una nota de 8,75; la de Alcalá, un 8,66, y la Rey Juan Carlos, un 8,64, la más baja de todas.

La carrera de Medicina ha recibido de nuevo una demanda de matrícula que no ha podido atender. Todas las facultades han agotado su número de plazas en la primera fase de matrícula -la segunda viene después de las pruebas de acceso a la universidad de septiembre-. Más de 2.300 estudiantes pidieron entrar en Medicina de la Complutense como primera opción. Otros 4.000 la pidieron como segunda opción. Unos 6.000 estudiantes tuvieron intención de lograr la admisión, casi un tercio de todos los que aprobaron la selectividad en junio.

El paulatino aumento de plazas en Medicina no evita las dificultades para entrar. Este año, en la Complutense, casi 2.000 alumnos se han quedado fuera. El nuevo vicerrector de estudiantes de la Universidad Autónoma, Antonio Álvarez Ossorio, explicaba ayer que el límite de oferta se trata de ampliar cada año "hasta donde no se resienta la calidad de los estudios".

La cuestión es que hacen falta 3.200 médicos para cubrir las necesidades sanitarias de la población, según estimaciones del Ministerio de Sanidad de este mismo año. Se precisan sobre todo médicos de familia, pediatras y anestesistas. Un informe oficial difundido en marzo afirmaba que, si no se adoptan soluciones, habrá un déficit de 25.000 facultativos en 2025.

Pese a la fragilidad de la carrera médica en España, que lleva a muchos galenos a emigrar a otros países en busca de sueldos más jugosos, la vocación queda fuera de duda ante el aluvión de peticiones. Pocos podrán cumplir su objetivo.

Para los que han llegado al momento de la elección con un expediente académico raspado queda, como todos los años, la opción de recurrir a un buen número de carreras sin númerus clausus. Titulaciones como Derecho, Filosofía, Pedagogía y Turismo no han cubierto sus cupos de matrícula y piden un modesto 5 para admitir a sus alumnos. Quizá sea la oportunidad para que más de uno descubra su verdadero impulso científico.