Las cajas de Sabadell, Terrassa y Manlleu mantendrán sus marcas tras la fusión

La entidad resultante del proyecto de fusión que ultiman Caixa Sabadell, Caixa Terrassa y Caixa Manlleu prevé el mantenimiento de sus respectivas marcas junto a la denominación conjunta que las englobe. Y también la creación de al menos tres consejos específicos que se ocuparán de diseñar las actividades a cargo de la obra social en cada zona.

Así lo explican fuentes próximas a una negociación que en las próximas dos semanas previsiblemente culminará en la aprobación de un plan de viabilidad de la operación por los respectivos consejos de administración extraordinarios de las tres cajas. Las mismas fuentes aseguran que, en este punto de la negociación, ninguna otra entidad se ha sumado al proyecto, que constituiría una caja con casi 27.000 millones de euros de activos y una red de 755 oficinas.

En este proceso, se prevé durante julio al menos un nuevo encuentro entre los directores generales de las cajas y la Generalitat, al que presentarán su plan de fusión ya más perfilado, y con responsables del Banco de España, al que las entidades ya presentaron un primer borrador la semana pasada.

La convalidación de la normativa que regula el FROB -el fondo que el Gobierno ha puesto en marcha para ayudar a reestructurar el sector financiero español- ha acelerado los contactos entre todas las entidades. Todas ellas están evaluando opciones para integrarse en algún proyecto. Según las fuentes consultadas, también Caixa Penedès, Caixa Manresa y Caixa Laietana están en esa tesitura con otras cajas catalanas (sin excluir las públicas) y sólo si no ven posibilidades de entendimiento y sinergias buscarán posibles socios fuera de Cataluña. Si no cuajaran esos contactos, las cajas del Vallès y de Osona podrían ver sometido a tensión su proyecto con el intento de suma de algunas de ellas.

Es sabido que la Generalitat ha transmitido a las cajas su preferencia por que esta crisis no acabe llevándose por el camino entidades financieras con sede en la comunidad autónoma, lo que implica que los movimientos se queden en casa.

El Gobierno catalán abrazaría la unión de las tres cajas de fundación pública -Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Girona- porque, a priori, parece más factible de realizar debido a que sus respectivas entidades fundadoras son las diputaciones de Barcelona, Girona y Tarragona.

Pero la resistencia de las dos entidades más pequeñas es importante y han salido en tromba a criticar un eventual proyecto los empresarios de Girona y Tarragona.

"Las tres hablan de fusionarse, pero aún están en esa primera fase en la que no hay fidelidades inquebrantables", sugieren fuentes financieras, que dan por sentado que las riendas, en ese caso, las llevaría Adolf Todó, director de Caixa Catalunya.