'Guerra.com'
Google quiere desplazar a Internet las tareas digitales del ordenador, donde reina Microsoft
Google ha dado el paso inevitable. En su apuesta para que las tareas informáticas que ahora se ejecutan desde el ordenador se hagan desde la Red, es de una total lógica lanzar un sistema operativo ligero, pensado para trabajar desde Internet. Se llamará Chrome, como el navegador de la casa, lo que refuerza el mensaje de emigrar hacia el ciberespacio. Está escrito en código abierto y se distribuirá gratis. Dos diferencias clave respecto de Windows, un sistema propietario y de pago. Saldrá en 2010.
Es un disparo contra el núcleo del negocio de Microsoft que enrarece el lanzamiento este octubre de la nueva versión de Windows. Más de un cliente puede aplazar su decisión de compra unos meses, a la espera de conocer las características y rendimiento del nuevo producto de Google. Ver si cumple sus promesas de ser amigable, de no tener que preocuparse por las actualizaciones de software y, sobre todo, de que será seguro. Porque un factor que retrasa el que los internautas y las empresas depositen sus datos en la Red, para trabajar de forma compartida y remota, es la inseguridad de la misma, el miedo a que vayan a parar a manos ajenas. El historial de filtraciones telemáticas explica este miedo.
Aunque Google dirigirá los primeros pasos de Chrome hacia los miniportátiles, también afirma que su sistema operativo puede trabajar con máquinas de mayor empeño. Se trata de una maniobra prudente para empezar a convencer a los fabricantes de que pueden abandonar Windows. En el universo del software libre ya hay sistemas operativos alternativos al de Microsoft, pero no han podido desbancarlo. Google tampoco lo tendrá fácil. Su navegador, lanzado el año pasado, camina renqueante para conseguir una vistosa cuota de mercado. Pero tiene a favor el poderío de la marca... y de la empresa. Y es en el terreno de quién liderará este futuro digital donde se enmarca esta batalla de los titanes estadounidenses que han ido replicándose productos y servicios. Un universo donde la veteranía no es un grado y donde se penaliza llegar el segundo con lo mismo. De ahí que Google no pueda presentar otro sistema operativo más. Ha de hacerlo desde otro concepto.
En esta guerra.com, de ocupar territorio, Google va desviando la centralidad digital del ordenador, que controla Microsoft, a la Red y la movilidad, donde el buscador domina con un modelo de negocio distinto.
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