Vivir sin teléfono ni Internet
Detenidas 55 personas por robar cable de cobre e incomunicar a pequeños municipios - En una urbanización robaron dos veces en una semana
Un grupo de ladrones se había convertido en la lacra de los pequeños municipios de la zona de Buitrago de Lozoya. Estos asaltantes se encargaban de sustraer cable de cobre, con lo que dejaban incomunicados a pequeñas poblaciones como Buitrago, Torremocha del Jarama, Ribatejada y Alalpardo, según informó ayer la Guardia Civil. Sólo en estas cuatro poblaciones residen más de 6.300 habitantes. Personas mayores con teleasistencia, cuarteles del instituto armado o centros médicos han sido los más afectados, junto con centenares de vecinos de estas localidades.
La Guardia Civil desconoce el número exacto de las personas afectadas ya que, en los 50 robos que se les imputan a los 55 detenidos, pueden haber afectado a más de una población o a urbanizaciones muy grandes. Ahora están cotejando los datos con las compañías telefónicas.
Los arrestados vendían el kilo de material robado a tres euros
Estos pueblos, en la zona norte de la región dependían de un único cableado para la telefonía, por eso se quedaban sin ningún tipo de cobertura. Ni siquiera de teléfonos móviles, ya que la señal tiene que entrar por los cables de las antenas.
Eso ha motivado que muchos pequeños municipios se queden sin Internet. En algunos casos, personas mayores se quedaron sin sus dispositivos de teleasistencia. "¿Qué hubiera pasado si un anciano se cae en su casa y está varios días sin que nadie le atienda?", se preguntaba un mando de la Guardia Civil. En la urbanización Los Berrocales, de Paracuellos de Jarama, los ladrones robaron los cables dos veces en una misma semana. En total, la urbanización acumula nueve robos del cable telefónico en poco más de un año. Algo parecido ocurrió hace unas semanas en Buitrago, donde parte del pueblo se quedó sin teléfono durante cerca de dos días.
"Antiguamente robaban los de electricidad de media y alta tensión, pero vieron que era muy peligroso y se decidieron por estos de telefonía, pese a que les da más trabajo. Luego tienen que quemarlo para quitar el plástico y vender sólo el cobre", añadió el mando. En algunos casos, algunas mujeres maltratadas se han quedado incluso sin protección porque no tenían cobertura en sus sistemas de vigilancia.
La Guardia Civil ha detenido a 55 personas (53 en Madrid) acusadas de asociación ilícita, robo con fuerza, tenencia, sustracción de vehículos y desórdenes públicos (por dejar a poblaciones sin servicios esenciales como el teléfono).
Los puntos más frecuentados por los ahora detenidos eran la autovía de Burgos, en los alrededores de Buitrago de Lozoya, pero también iban a otros puntos como las autovías de A Coruña (A-6), en especial Torrelodones y los alrededores, y la de Valencia (A-3). La organización estaba perfectamente jerarquizada. Cada miembro tenía una función específica. Unos localizaban los lugares donde cometer los robos, otros los ejecutaban y otros se dedicaban a ocultar los cables. Por último, otros integrantes lo vendían en las chatarrerías. El precio oscilaba entre los 2,5 y los 3 euros, la mitad del precio de mercado.
De los 55 acusados, los siete principales dirigentes de la banda han ingresado en prisión provisional sin fianza.
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