Colonial amarra capital para reforzarse y prepara una demanda contra el antiguo consejo

El actual equipo directivo de la inmobiliaria catalana Colonial quiere llegar hasta el fondo para depurar responsabilidades por la anterior gestión de la compañía. Ayer la junta general de accionistas de la empresa aprobó iniciar una acción social de responsabilidad (una investigación) para esclarecer "operaciones contrarias al interés social" del anterior consejo, presidido por Luis Portillo. Una de las operaciones que se investigarán será la compra de Riofisa por 2.000 millones de euros.

Colonial cuenta ahora con el permiso de los accionistas para demandar a todo el anterior consejo. Sin embargo, el presidente de la inmobiliaria, Juan José Bruguera, precisó que sólo se llevará al juez a los responsables de los "daños" ocasionados a la compañía.

El consejero delegado de Colonial, Pere Viñolas, explicó que estos perjuicios, todavía no cuantificados por completo, provienen de tres tipos de operaciones: la compra de Riofisa, la compra de activos para reinvertirlos en acciones de la sociedad y el manejo de la autocartera que se hizo en 2007.

El consejero delegado de Colonial anunció ayer, además, que la empresa ha alcanzado un acuerdo "de principios básicos" con la banca acreedora para recapitalizar la empresa. Las cuatro principales entidades financieras -Eurohypo, Royal Bank of Scotland, Calyon y Goldman Sachs- han dado el sí a una operación que, según fuentes cercanas a la empresa, se basará en convertir "deuda en instrumentos de capital".

La operación todavía tiene flecos pendientes de cerrar, pero las mismas fuentes explicaron de que podría tratarse de emitir bonos convertibles o bien transformar deuda subordinada en créditos participativos. La inmobiliaria ya recurrió a la emisión de obligaciones el año pasado por 1.405 millones. Esta vez, agregaron las mismas fuentes, no se requerirá tanto capital. "Las cuentas de Colonial se están ajustando de forma acelerada, sobre todo por la bajada de los tipos de interés", remacharon.

El acuerdo permitirá, además, aparcar la venta de Riofisa, a la que se comprometió la inmobiliaria el pasado mes de septiembre y dejar en suspenso algunas obligaciones contraídas entonces con la banca.