El caso continúa
Las investigaciones se centran en posibles cómplices e intermediarios
Ruth Madoff, la mujer del perverso gestor de fondos, emitió una corta declaración nada más conocerse la sentencia en la que, con un astuto juego de palabras, levantó un muro para tomar distancia de los crímenes cometidos por su marido. Y es que con Bernard Madoff confinado en una celda por el resto de sus días, la atención se dirige inevitablemente hacia los familiares, amigos y potentados clientes o intermediarios que se enriquecieron con la trama.
De hecho, los expertos en cuestiones legales no creen que la sentencia de ayer haya que verla como un punto final al caso. Lo ven más bien como un primer paso en un proceso que puede prolongarse entre cinco y 10 años, a través de demandas civiles contra los que se beneficiaron directamente de una estafa que Madoff decía llevar en secreto y los fondos que alimentaron la masiva trama a cambio de jugosas comisiones.
Las víctimas sospechan de los hijos de Madoff, que trabajaban con él
El supervisor pasó por alto las alertas y denuncias expresas
Las autoridades reguladoras en EE UU no pudieron cantar ayer victoria por esta ejemplar sentencia, con la que Denny Chin busca restaurar la confianza perdida por los inversores fruto de los crímenes de guante blanco. El caso Madoff se ha convertido de alguna manera en un símbolo de los problemas de regulación y supervisión que provocaron la crisis financiera que ha puesto de rodillas a la economía mundial. Y como sucedió con los escándalos de Enron, WorldCom o Tyco, los supervisores están siendo muy criticados por los fallos que impidieron detectar un fraude de tal dimensión, pero sobre todo por pasar por alto las alertas y denuncias expresas.
Ahora quieren demostrar que están a la altura del reto. No es fácil. La fiscalía y la persona encargada de seguir la pista del dinero estafado siguen trabajando seis meses y medio después de destaparse la colosal estafa en identificar a cada víctima y las pérdidas que sufrieron. Pero una de las dificultades con la que se topan para entender el alcance del fraude es que muchos estafados invirtieron a través de intermediarios.
Y por ahí llegarán las próximas acciones. Entre las posibilidades que se barajan para recuperar el máximo de dinero posible se podría pedir a los clientes que recibieron pagos antes el arresto que devuelvan los activos que son fruto de las actividades ilícitas. El Banco Santander sentó a final de mayo un importante precedente en este sentido, al pactar la devolución de 235 millones de dólares retirados de Madoff por su filial Optimal en los meses previos al escándalo, una maniobra que le permitirá además personarse también como víctima.
Aunque los estafados mostraron un cierto alivio al escuchar la sentencia, pidieron a las autoridades que no les fallen otra vez, y que no cesen en la investigación, porque dudan que Bernard Madoff actuara en solitario todos estos años. Sospechan de sus hijos, que según Madoff no tenían ni idea de lo que pasaba en la firma de inversión en la que trabajaban con su padre. Hasta la fecha, sólo se han presentado cargos criminales contra su contable. Y por la vía civil se ha actuado contra dos firmas de inversión, por inyectar dinero en la trama financiera a cambio de cuantiosas comisiones.
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