Interior cambia el plan antiterrorista e introduce un nuevo nivel de alerta
España nunca baja del primer tramo debido a la amenaza de ETA
Cuatro años después de que se diseñara el Plan de Prevención y Protección Antiterrorista, es decir, el protocolo de despliegue de fuerzas ante la posibilidad de un atentado que se elaboró tras los ataques del 11-M, la experiencia ha llevado a modificarlo. El Ministerio del Interior ha decidido pasar de tres a cuatro niveles de alerta, cada uno de ellos con dos subniveles, para hacer los despliegues de fuerzas más progresivos y evitar el enorme salto que hasta ahora suponía pasar del nivel dos al tres, que conllevaba la salida del Ejército a la calle. España, no obstante, siempre está, como mínimo, en el primer nivel de alerta, debido a la continua amenaza de un atentado de ETA.
El nuevo nivel 4 sólo se activará si hay "riesgo de atentado inminente"
El plan prevé un nivel 0, es decir, ausencia de amenaza, pero en las actuales circunstancias, con una ETA dispuesta a seguir matando, es inaplicable. El nivel 1, el que ahora está activo, es de riesgo medio ("riesgo potencial de atentado terrorista"). El nivel 2 se activaría cuando el riesgo fuera "probable". Es aquí cuando entra la nueva graduación introducida por el Comité Ejecutivo para el Mando Unificado del Ministerio del Interior.
Hasta ahora, el siguiente nivel, el 3, suponía sacar a la calle unidades del Ejército para custodiar vías férreas, las estaciones y aeropuertos y las centrales nucleares, entre otros puntos estratégicos. A partir de ahora el nivel 3 se dispondría cuando se entendiese que la amenaza es "muy alta", con "riesgo altamente probable de atentado terrorista". Los Ejércitos serían avisados, pero no se desplegarían por esos centros neurálgicos, como ocurrió tras el 11-M, hasta que se activara el nivel 4. Si eso ocurriera, supondría que la amenaza es extrema y que existe un "riesgo de atentado terrorista inminente".
La policía y la Guardia Civil serán los cuerpos encargados de hacer análisis periódicos de amenaza terrorista contra lugares de alta concentración de personas y contra infraestructuras críticas. Estos análisis serán estudiados después por el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista aunque, al final, quien asume la decisión es el secretario de Estado de Seguridad. "La experiencia ha demostrado que había que hacer un sistema más progresivo, con niveles intermedios, que además se adapta a los sistemas de los países de nuestro entorno", explicaron ayer fuentes de Interior.
La última vez que el nivel de amenaza fue elevado de 1 a 2 fue durante las pasadas navidades, en el que se aumentó la presencia de la policía y la Guardia Civil en las áreas de alta concentración de ciudadanos. El máximo nivel, el 3, estuvo activado entre el 22 de febrero y el 10 de marzo de 2008, con motivo de las elecciones generales, ante la posibilidad de un atentado como el del 11-M, que había ocurrido en vísperas del anterior proceso electoral. Un total de 2.500 militares participaron en el despliegue, así como helicópteros y aviones.
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