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Reportaje:

A vueltas con los residuos

La posible instalación de un vertedero en Llanera de Ranes, en La Costera, provoca un nuevo conflicto social y político

En torno a 180.000 toneladas de residuos anuales procedentes de la Costera, la Canal de Navarrés, la Vall d'Albaida, La Safor y el Valle de Ayora-Cofrentes siguen sin tener destino. El rechazo ciudadano y político, sin fisuras, a la construcción de una planta en parajes naturales de Moixent y Enguera, ha puesto los ojos en una pequeña población de la Costera, Llanera de Ranes, de poco más de 1.000 habitantes. Su alcalde, Vicente Sanchis, del PP, ha abierto la puerta a acoger la instalación, proyectada por el consorcio de residuos del área de gestión número 2.

El proceso de adjudicación, al que optan tres uniones temporales de empresas (UTE) y una mercantil, todavía no ha finalizado. Mientras, se ha creado una plataforma ciudadana contraria que aglutina a vecinos de Llanera y de la decena larga de poblaciones colindantes que estarían a un radio de unos cinco quilómetros de la planta, caso de Anna, Estubeny o Rotglà.

Los socialistas están divididos: a favor en en La Costera y en La Safor, en contra

El consorcio, en el que están representados los grupos políticos, ayuntamientos, Diputación de Valencia y Consejería de Medio Ambiente, se reserva el derecho de decisión sobre la ubicación por encima incluso del municipio afectado. En la práctica, la voluntad municipal cuenta, pero la plataforma, como explica Antoni Beneyto, uno de sus portavoces, critica un modelo "con poca participación de las entidades locales y ciudadanas y un excesivo peso de la empresa privada. Hay que buscar un total consenso en estos temas". Además, "no hay un compromiso con el principal objetivo de las directivas europeas de prevención y reducción de la producción de basuras. No nos parece conveniente la concentración de tratamientos y eliminación en un solo punto", añade.

El tamaño, por tanto, importa. En lugar de dar servicio en una sola instalación a los más de 300.000 habitantes de aquellas comarcas, se propone separar el área de gestión 2 en dos áreas diferentes, eliminar las plantas de transferencia y los grandes desplazamientos y distribuir comarcalmente las plantas de compostaje para evitar los problemas de olores, de paso de camiones (calculan que unos 8.500 al año) o de posible afección a parajes naturales y acuíferos. El PSPV-PSOE de La Costera, en contra del criterio de los socialistas de La Safor, apoya a la plataforma en esta reivindicación.

Por su parte, el presidente del consorcio, el popular Vicente Parra, evita pronunciarse sobre la ubicación en Llanera "hasta que no estén los informes de la comisión técnica", pero alega que el tema "está politizado". "Se está hablando sin saber lo que es una planta de valorización y eliminación. El material de rechazo se convierte en balas compactadas que no provocan ningún tipo de problemas de olores. Se está desinformando y creando alarma social", aduce. Y recuerda que la decisión de ir hacia el modelo de planta única "se adoptó por criterios económicos y técnicos y se aprobó de forma unánime por parte de todos los partidos representados en la junta de gobierno. Lo que pasa es que los socialistas no se ponen de acuerdo entre ellos". "Lo que hay que buscar es el equilibro entre el tema económico y el desarrollo sostenible", dice, para justificar una única planta, y confía en que la oposición "se diluirá cuando la gente sepa de qué se está hablando".

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