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La crisis complica la conciliación familiar este verano

Las entidades de ocio infantil no frenan el descenso de inscripciones pese a aumentar el número de becas

Como cada año, la conciliación entre familia y trabajo se complica para muchas familias durante estas fechas veraniegas: Muchos padres aún trabajan, pero sus hijos ya acabaron la escuela la semana pasada. Así que los progenitores se enfrentan a la pregunta de cómo ocupar a los pequeños. Y en esta época de crisis, la conciliación se ha complicado. Muchos progenitores han tenido que optar por no recurrir esta vez a los casals y las colonias. Éstas son las opciones más populares -junto con la ayuda de los abuelos- para salvar los días que quedan hasta las vacaciones de los padres y madres, que suelen tomarse en agosto. A pesar del incremento de las becas, las inscripciones registradas durante la campaña de este año, de momento, quedan bastante lejos de las del año pasado.

La Fundació Pere Tarrés todavía dispone de plazas para este verano
Algunas ayudas cubren tres cuartas partes de la inscripción
En algunos centros las inscripciones de niños han caído el 14%
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Lo atestiguan las cifras de las dos principales fundaciones que organizan actividades lúdicas y formativas para niños y jóvenes durante julio, agosto y las dos primeras semanas de septiembre. La Fundació Catalana de l'Esplai admite que sus previsiones más pesimistas, que hizo en abril, se han visto superadas. Entonces la organización temía que uno de cada cinco chavales que el año pasado habían acudido a sus colonias y casals no podría repetir este año. Hoy, sin embargo, son uno de cada cuatro los niños y las niñas que no han podido volver a participar este año en las actividades veraniegas que programa esta entidad, que ofrece unas 40.000 plazas. Éstas se distribuyen principalmente en colonias, que suelen rondar los 275 euros por una semana, y casals, cuyo precio varía, pero que suelen ser unos 100 euros más baratos.

"El tiempo de ocio no debe convertirse en un tiempo de exclusión", se preocupa Montse Ginés, la directora general de la entidad. Por eso, L'Esplai ha optado por alargar el periodo de solicitud de becas, que mantiene abierto. Estas ayudas, que conceden la propia organización, la Obra Social de La Caixa y las administraciones locales, autonómica y central, pueden llegar a sufragar tres cuartas partes del coste de las inscripciones, y ya se han concedido 3.170. Las que concede directamente L'Esplai son ya 650, el 50% más que el año pasado. La fundación ha logrado aumentarlas después de recoger dinero en la campaña Un estiu per tothom, que tambén sigue recogiendo fondos.

Pese a todo, Ginés teme que muchos padres no han pedido becas "porque la mayoría de las familias de clase media que se han quedado en paro no están acostumbradas a pedir ayudas". Así que su organización se esfuerza para hacer saber a estos progenitores que pueden solicitar ayudas.

Algo parecido le ocurre a la otra gran entidad de ocio veraniego infantil y juvenil, la Fundació Pere Tarrés, de origen católico. Para recaudar fondos, esta entidad sin ánimo de lucro lanzó la campaña Cap infant sense colònies, que también mantiene abiertaa. Como la Fundació Catalana de l'Esplai, la Tarrés también ha logrado aumentar el número de becas que otorga -este año serán unas 300, el pasado fueron 201-, pero esto tampoco ha animado a muchos padres que este año no pueden permitirse pagar, por ejemplo, los 795 euros que puede llegar a costar la colonias de deportes de montaña de esta fundación. En total, la organización calcula que se han inscrito en sus actividades 12.700 chavales, el 13% menos que el año pasado.

La fundación asegura que las inscripciones en casals no despegaron hasta el último momento y lo atribuye al hecho de que muchos padres dudaron hasta el último momento.

Las agrupaciones de boy scouts -los escoltes-, en cambio, aseguran que no están notando tanto la crisis. Así lo afirma Benjamí Aguilar, secretario general de Minyons Escoltes i Guies de Catalunya, que explica que los monitores scouts no cobran, así que sus campamentos suelen ser económicos.

Para explicar por qué su organización nota menos la caída de inscripciones, Aguilar añade otro factor: los campamentos de verano de las agrupaciones scouts "no son una actividad descontextualizada, sino la culminación de un proyecto que los chavales desarrollan durante todo el curso", así que los padres ya asumen que sufragarán los días que sus hijos pasarán en verano lejos de casa cuando los apuntan al cau durante el año. Esa percepción coincide con los datos de la Fundació Catalana de l'Esplai. Mientras que la Tarrés suele concentrar su oferta en verano, los esplais que forman parte de esta fundación también suelen ofrecer actividades durante todo el año. Las inscripciones de los niños que acuden a estos centros infantiles y juveniles durante el curso han caído menos -el 10 % en las colonias y el 14% cuando se trata de solicitudes para participar en un casal- que las de los que optan por apuntarse solamente a las actividades durante el verano.

Los ayuntamientos y la Generalitat completan y reúnen la oferta de estas tres grandes entidades. Muchas administraciones locales aún mantienen abierto el plazo de inscripciones, así que todavía no disponen de recuentos. Pero algunos datos también apuntan a que la conciliación veraniega se complica este año de crisis. El Ayuntamiento de Girona calcula que este año se han inscrito en los casals que ofrece el municipio 2.200 niños, el 10% menos que el año pasado.

Como la Fundació Pere Tarrés y la de Catalana de l'Esplai, la secretaría de Juventud de la Generalitat también ha ampliado los criterios según los cuales una familia puede pedir a la Administración que sufrague el 10% de las estancia de los chavales en alguna de las colonias que ofrece la Generalitat en el marco de la campaña L'estiu és teu. Así, las familias que han acogido niños podrán optar por primera vez a estas ayudas. También lo podrán hacer las familias numerosas.

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