"Pagar el 'casal' de mi hija me costaba mi sueldo de julio"

Este verano, Laura Morillo, que tiene 32 años, dispondrá de más tiempo para ocuparse de sus tres hijos, que tienen 11 y 7 años, y 6 meses. "Cuando me quedé embarazada de la pequeña me echaron del trabajo", dice Morillo, que antes se empleaba como dependienta de una tienda de perfumería y ahora ya lleva casi un año en paro. Por eso, ella y su marido, que trabaja en la construcción cuando puede, han tenido que renunciar a apuntar a los dos mayores al casal al que iban el año pasado. "Se me iba el sueldo que ganaba en pagarlo, me salió más caro trabajar que atenderlos yo misma", decía Morillo el viernes pasado.

Ahora podrá ocuparse ella de sus pequeños, pero Morillo añadía que "por mucha crisis que haya, los niños tienen que disfrutar igual de su verano", así que se mostraba "agradecida" por las becas que les ha otorgado la Fundació Catalana de l'Esplai para que, al menos, disfruten de unos días de colonias. Lo explicaba justo antes de despedir a la mayor, Tatiana, que está pasando una semana cerca del pantano de Sau (Osona) con sus compañeros del Esplai de Sant Joan Despí (Baix Llobregat) al que acude cada sábado durante el curso. El mediano, Pau, tomará el relevo a su hermana la próxima semana. La beca ha sufragado la mitad del precio de la inscripción de cada uno de los niños, explica Morillo.

La madre tiene bien planeado el tiempo que pasará con su hijo Pau estas vacaciones: "Mientras esté aquí, iremos a la piscina por la mañana y por la tarde al parque. Además, algún día bajaremos a Barcelona", explica. Tatiana, que es mayor, ya será algo más independiente durante su tiempo libre, añade.