Altavoces a la carta
El punto de mira del ubicuo Philippe Starck son ahora los altavoces. Esos aparatos que ya parecían artilugios de épocas pasadas, condenados al desván de los trastos viejos como los discos de vinilo, vuelven a cobrar protagonismo. Eso sí, salen bastante renovados y con mejores prestaciones. Las modernas tecnologías se han puesto al servicio de un innovador diseño acústico. Consiste en una membrana muy plana que emite pequeñas vibraciones en toda la superficie, de tal manera que consigue una perfecta dispersión del sonido. Con el añadido de que, a partir de ahora, ya será posible disfrutar de la música almacenada en un ordenador personal transfiriéndola por el sistema wi-fi hasta estos altavoces. El sistema resulta compatible con todos los modelos de teléfonos con bluetooth, iphone y con toda la gama de iPod. Esta combinación de altavoces permite un tipo de sonido envolvente de 360 grados. Al margen del tamaño de una habitación o de la posición de los altavoces, el sonido se adaptará a las características acústicas que tenga el espacio. O sea, altavoces a la carta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.