Conciliación de vida familiar y laboral
Estos días hemos sido testigos de la intención de la ministra de Igualdad de mejorar la conciliación de la vida familiar con la laboral. También desde la asociación para la racionalización de los horarios, su presidente, Ignacio Buqueras, nos recuerda cómo nuestro país es el que más tiempo dedica a la presencia en el lugar de trabajo, pero menos productividad tiene.
Pero todos olvidan un hecho fundamental: cuántos padres y madres de familia dedican nueve meses al año a ahorrar horas extras, moscosos y días de vacaciones para asumir el increíble periodo vacacional de nuestros hijos. Porque en realidad se produce un abandono por parte del Estado desde mediados del mes de junio hasta septiembre, algo excepcional en los países que nos sirven de referencia.
El digno trabajo de maestro o profesor es, a mi juicio, de los más duros que existen, pero eso no es excusa para permitir un periodo de casi tres meses sin clases. No hay ningún dato que anime a pensar que eso es lo mejor para la educación de los niños. Hay que desterrar unos calendarios escolares impropios de este siglo.
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