El tercer día de paro en Bilbobus deja 11 autocares saboteados
La tercera jornada de huelga en Bilbobus se inició ayer con el sabotaje de 11 autocares, cuyas ruedas fueron deshinchadas a primera hora de la mañana. Aun así, el servicio no sufrió retrasos, según Veolia, la empresa que gestiona los autobuses urbanos de Bilbao. El comité de empresa cifró en un 100% el seguimiento de la protesr, que Veolia rebajó al 70%. Los servicios mínimos del 30% se cumplieron sin problemas.
Los trabajadores reclaman el cumplimiento de acuerdos en materia de subrogación de personal (hasta agosto, el servicio lo explotó TCSA), calendario laboral y condiciones de trabajo. Veolia niega tal extremo. "La huelga no tiene relación ni con el sueldo ni con la plantilla, sino con los uniformes, los formularios de liquidación o el transporte al puesto de trabajo", replica la concesionaria.
El comité de empresa y la dirección mantuvieron anteayer una reunión en que deberían haber redactado un acuerdo alcanzado el pasado jueves, pero los representantes de la plantilla se levantaron de la mesa sin firmar el texto y decidieron continuar con las movilizaciones. "Un acuerdo sólo lo es cuando queda plasmado por escrito, y Veolia no lo ha firmado aún. No nos fiamos", protesta Pedro Angulo, representante de los trabajadores. "Es un agravio para los ciudadanos y un abuso inaceptable mantener la huelga con el acuerdo que se alcanzó la semana pasada", se queja Veolia.
La plantilla mantiene la convocatoria de otra jornada de huelga para el próximo viernes.
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