El avión de Zapatero aborta en Togo dos despegues por fallos mecánicos
Una avería obliga a volver a Lomé a un Hércules con parte de la delegación
La flota de aviones oficiales de la Fuerza Aérea que utilizan los miembros del Gobierno generó ayer momentos de inquietud en la delegación que acompañaba al presidente del Gobierno en su viaje oficial a Nigeria y Togo. El Falcon 900 en el que viajaba José Luis Rodríguez Zapatero abortó por dos veces el despegue en el aeropuerto de Lomé (Togo) al detectar la tripulación sendos fallos en el aparato. Un susto parecido se llevó el resto de desplazados, altos cargos, funcionarios y periodistas que acompañaban al jefe del Ejecutivo. El Hércules del Ejército en el que regresaban a España tuvo que volver a la capital togolesa por pérdida de aceite en uno de sus motores.
En el Falcon del presidente del Gobierno viajaban además el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, y la secretaria de Estado de Comunicación, Nieves Goicoechea. El primer incidente se produjo poco antes del despegue, cuando el avión ya estaba en pista y tomando velocidad para efectuar la maniobra. En ese momento, uno de los pilotos luminosos que debía autorizarla no se activó y, siguiendo el protocolo previsto, el Falcon abortó el despegue. Fuentes de la presidencia del Gobierno aseguraron que el incidente pudo deberse a una acumulación de insectos en los sensores.
Poco después, el aparato intentó de nuevo partir hacia España, pero el despegue, por segunda vez, tuvo que interrumpirse. El problema era el calentamiento excesivo que la frenada anterior había provocado en las ruedas del tren de aterrizaje, que hizo que se desinflaran.
El presidente pudo finalmente emprender el viaje hacia España hacia las 23.15. Lo hizo en otro Falcon del Ejército, el que había utilizado el ministro de Justicia, Francisco Caamaño. El retraso, de casi dos horas, obligó a posponer la comparecencia del presidente en el Congreso para explicar la última cumbre europea, prevista para las nueve de la mañana de hoy. Al final, la comparecencia se celebrará a las doce.
La marcha del presidente no evitó nuevos problemas con los aviones españoles en Togo. Un Hércules del Ejército en el que viajaban el resto de miembros de la delegación española tuvo que dar media vuelta una hora después del despegue para aterrizar de nuevo en Lomé. El precipitado regreso se debió a que uno de los indicadores del avión señalaba que uno de los motores había perdido aceite.
Zapatero tuvo que desplazarse a África en un Falcon, y el resto de la delegación, en el Hércules -habilitado para el transporte de pasajeros- por la avería de uno de los Airbus de la Fuerza Aérea a disposición de las autoridades. El otro está siendo utilizado por los Reyes en su viaje a Australia y Nueva Zelanda.
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