Urkullu ve "oportuno" que hable y "se desahogue" la viuda de Puelles

El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, rectificó ayer a un compañero de la dirección de su partido al asegurar que ve "oportuno" que "la viuda" de la última víctima de ETA hablara tras concluir la manifestación del pasado en Bilbao, convocada por el Gobierno vasco. En contra de lo manifestado a EL PAÍS por un dirigente del PNV el pasado lunes, Urkullu sostuvo ayer, en Radio Euskadi, que le parece "absolutamente positivo que hablen las víctimas, que se desahoguen, que digan lo que tengan que decir desde su propia posición y no desde un carácter político".

En el PNV hay malestar por el contraste que los discursos y la gestión que el nuevo Gobierno vasco ha realizado de los tres días siguientes al atentado dejan patente respecto de las actuaciones del anterior lehendakari. Que su partido haya callado "no quiere decir que otorguemos el beneplácito a todo lo que se ha hecho", dijo Urkullu, que advirtió también de que poner en cuestión el compromiso ético de su partido o de sus lehendakaris puede "provocar odio y resquemor" y retroceso a "climas anteriores" de división. El propio diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, insistió ayer en que "los dirigentes del PNV y los representantes institucionales de este partido hicimos lo que teníamos que hacer".

A Urkullu le molestó la expresión "euskaldun hiltzaile" (el asesino vasco) utilizada por Patxi López en su discurso ante los manifestantes del pasado sábado. "Debía haber medido mucho más sus palabras para lo que es la caracterización de los vascos".

Medios del Ejecutivo vasco negaron ayer que desde sus filas se haya realizado ningún juicio, reproche o cuestionamiento de anteriores comportamientos. Los que se hayan transmitido a la opinión pública, señalaron, son el fruto del contraste que los medios de comunicación han establecido por sí mismos. Urkullu habló ayer de "falsedades" sobre la gestión del PNV y de sus lehendakaris tras atentados anteriores.

La portavoz del Ejecutivo, Idoia Mendia, no quiso valorar las críticas de Urkullu ni tampoco "lo que se hacía en el pasado". Lo importante, resaltó, es que la familia y los miembros de las fuerzas de seguridad del estado "se han sentido arropados por los poderes públicos y por el apoyo de miles de ciudadanos". Mendia llamó a mantener la unidad "a la hora de mostrar nuestra condena y desprecio a los asesinos" porque, dijo, "es clave para el final de esa lacra".