Un muerto al que llorar
Alfonso Sastre escribe en el diario Gara sobre poesía, prosa y conflicto. Somos muchos en España y en el País Vasco los que tenemos una cierta capacidad intelectual y compromiso para entender el conflicto vasco. El problema -aún no identificado por Sastre- es que el verdadero conflicto es la sangre derramada violenta y gratuitamente.
No le pido que condene la violencia -estúpida simplificación según declaran repetidamen-te-, sólo le pido que con una pequeña dosis de poesía o de prosa sepa identificar el verdadero problema y no olvide que el derramamiento de sangre imposibilita no sólo la vida sino también cualquier expresión poética del que ya no está.
Con menos sangre y más poesía es más fácil entenderse. Y esto -a menos que su artículo sea un excelente exponente de cinismo político- se lo tiene usted que transmitir -valientemente- a muchos de los que han votado por usted.- Carlos Pascual. Alicante.
Leo en EL PAÍS que un miembro de la ejecutiva del PNV ha expresado en relación con la manifestación de rechazo al asesinato del inspector Puelles su crítica: "En esas circunstancias no se puede dejar el discurso a la viuda. Fue una situación durísima. La mujer lo mezcló todo. Hizo referencias muy duras a las familias de los presos. Supongo que estaría sedada a tope. Eso lo tienen que cuidar. Es mejor que las viudas no hablen".
Aunque puede que después desmienta o matice sus declaraciones, déjeme que le diga, señor miembro de la ejecutiva del PNV: en mi país, que probablemente no sea el suyo, dejamos expresar el dolor en toda su amplitud tanto a viudas como a madres. ¡Y sin límites de expresión!
Claro que hay cosas que cuidar. Por ejemplo, que en el dolor de una familia de un asesinado por ETA, un miembro de la ejecutiva del PNV enrede lo más mínimo. Lo que me gustaría saber es qué mezcló usted antes de sus declaraciones o lo que es lo mismo, qué se metió entre pecho y espalda para decir semejante cúmulo de sandeces refiriéndose a una viuda. Porque lo que le metieron entre pecho y espalda al inspector Puelles ya lo sabemos todos.
Y debería al menos una consideración a la viuda como colega suya que es. En efecto, ella es portavoz como usted. Portavoz de los que sufren por la muerte de quienes más quieren y a los que no podrán ni ir a visitar a una prisión.- Francisco Manuel Aguado Blanco. Torrent. Valencia.
Un muerto al que llorar. Una familia a la que acompañar. Unos compañeros a los que reconfortar. Una sociedad apesadumbrada por una pena y una rabia que añadir a los problemas que ya arrostramos. Unos políticos que no dejarían entrar al muerto con su uniforme en la Casa de Juntas y piden que puedan entrar sus asesinos aunque sin capucha. Demasiados vascos siguen sin deslegitimar radicalmente el entorno de los pistoleros.
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