Florentino, ¿qué hay de lo mío?

Carlos Mateo aprovechó un descuido del vigilante de la obra del futuro hotel de la ciudad deportiva del Real Madrid para colarse en la construcción. Saltó la valla y se encaramó a una de las dos grúas de más de 40 metros que trabajaban en el edificio, ahora parado. Eran las cinco de la madrugada. Con él se llevó dos paquetes de tabaco, dos botellas de agua, el móvil y una gran pancarta que decía: "El Real Madrid me debe 110.020,50 euros. ¡Paga ya!". Y ahí permaneció ayer más de seis horas, pidiendo que alguien le pagara. A las 11.20 la policía le bajó y le acompañó hasta su domicilio. Todo, sin ningún altercado.

En realidad, el dinero por los materiales que ha instalado en el edificio con su empresa Aluminios Mateo no se lo debe el club, sino el grupo Begar, según reconoció ayer esta compañía. El Real Madrid contrató al grupo para hacer el hotel. Pero como las cosas no marchaban bien, el club de fútbol rescindió el contrato hace un mes. Además, la semana pasada Begar convocó un concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos). "Con el concurso en marcha es imposible hacer pagos", indicó un portavoz de Begar. Al conocer lo que había hecho Mateo, tres empresarios más acudieron al lugar para exigir a Begar que les pague. "A mí me deben 300.000 euros", aseguró Santiago Arcanada, de 53 años.