Zapatero y Griñán avanzan en la financiación, pero sin cerrar pactos
La capacidad de Andalucía de autorizar las fusiones de cajas se matendrá
"Todos los sudokus, hasta los más difíciles, tienen solución". Esta voluntarista declaración le sirvió ayer al presidente andaluz, José Antonio Griñán, para mostrarse moderadamente confiado en un acuerdo global de financiación autonómica, a mediados del próximo mes, con la siguiente foto final: "Andalucía será la que más reciba y la que más recursos tenga porque es la más poblada". Ésta fue su conclusión después de mantener durante casi dos horas su primera entrevista con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la Moncloa.
El líder socialista se mostró "receptivo" a la mayoría de las demandas planteadas por el andaluz, pero no hubo muchas concreciones a qué tipo de acuerdos habían llegado y cómo se plasmarán en el futuro sistema. Es obvio que Andalucía por su población -representa, con 8,2 millones, el 17,8% del conjunto nacional- es la que recibirá más recursos, pero no está tan claro que eso sea así en cuanto a los 9.000 millones de euros que el Gobierno central está dispuesto a poner de más en la bolsa común de la financiación autonómica.
"Todos los 'sudokus', hasta los más difíciles, tienen solución"
Griñán evitó polemizar acerca de cómo van a encajar las peticiones, singularmente la de Cataluña, en el puzle final, sobre todo después de que el día anterior Zapatero asegurara en Barcelona que Cataluña tendrá "por primera vez" una financiación por encima de la media española.
El presidente andaluz tampoco quiso especular con la posibilidad de que el Gobierno de José Montilla decida quedarse fuera del modelo, aunque comentó con cierta retranca que en 1997 Cataluña apoyó un sistema que dejó fuera a Andalucía. "Pero Andalucía quiere que Cataluña entre en el sistema", apostilló.
La posición que Griñán presentó ayer, de manera oficial pero también algo protocolaria porque es bien conocida desde hace meses por el Gobierno central, es que la base del sistema debe ser el de la igualdad de acceso a la prestación de servicios fundamentales se viva donde se viva, como señala el Estatuto y las resoluciones aprobadas por el Parlamento. Si se cumple dirá que sí, pero en caso contrario dará una negativa. Pero bajando al terreno de las peticiones andaluzas, la que figura en primer lugar es la de la ponderación de la población escolar, aceptada por el Ejecutivo, afirmó la Junta.
La paradoja de esta negociación es que las comunidades están pidiendo más dinero al Estado, cuando la realidad es que todas ellas están en deuda con la Administración central. La razón es que han recibido anticipos a cuenta de la liquidación del sistema de financiación actual a partir de unas previsiones de recaudación que no se están cumpliendo por el desplome de los ingresos tributarios a causa de la crisis. Así, Andalucía debe en torno a 1.000 millones de euros al Estado. Griñán pidió a Zapatero que el pago de esta deuda se haga en plazos plurianuales.
Según la versión de Griñán, Zapatero también se comprometió a que la comunidad va "a continuar siendo la que reciba mayor volumen de inversión pública" en los Presupuestos del Estado. Este compromiso no es ningún regalo. Es un mandato del Estatuto de Autonomía que fija que la inversión estatal será equivalente al peso de la población hasta 2013.
Y un tercer compromiso es que no "se tocarán" las competencias de las autonomías sobre la autorización de fusiones de cajas de ahorro, aún en el caso de que sea intervenidas por el Banco de España. "Zapatero me ha garantizado que no va a ser así", señaló. Griñán dudó de que la vicepresidenta económica, Elena Salgado, hubiera planteado esa posibilidad para quitar hierro asunto, pero dejó claro que no se puede "suprimir" una competencia estatutaria.
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