El PP gana La Vall de Laguar con denuncias de corrupción
Entre gritos de indignación, pancartas que denunciaban corrupción y transfuguismo y vecinos muy enfadados que casi llegan a las manos, el PP se hizo ayer con la alcaldía de La Vall de Laguar tras prosperar una moción de censura apoyada por el concejal tránsfuga Josep Manel Barber, quien se presentó a las elecciones liderando la lista de Esquerra Republicana. El popular Francisco Gilabert se convirtió en el nuevo alcalde en detrimento del socialista Juan José Puchol, que llevaba 14 años en el cargo. Es la cuarta alcaldía que logran los populares con apoyo de tránsfugas, después de las de Dénia, Benitatxell y La Vila.
Unos 12 militantes de Esquerra, entre ellos su secretario de organización, Jordi Vayà, flanquearon a Barber durante buena parte de la sesión con camisetas en las que podía leerse Manel, devuelve el acta de concejal y pancartas con el lema No a la corrupción, no al transfuguismo, sí a la dignidad política. Al terminar el pleno, los republicanos escoltaron hasta la carretera principal de la localidad con gritos de "traidores a la democracia" a Barber, al nuevo alcalde del PP y a toda la plana mayor del PP. "Durante toda la vida, Josep Manel Barber se ha hecho el aperitivo con nosotros; ahora se va con esa gente", señalaba uno de los militantes republicanos.
Seguidores del PSPV también esgrimieron pancartas en las que podía leerse PP igual a ladrones y Manel, el PP te lo está pagando bien. Gilabert exigió su retirada -"No permito que me insulten", justificó- pero el edil que dirigió la sesión, el socialista Paco Carrió, se negó en aras de la libertad de expresión. Por su parte, seguidores del PP acusaron a los socialistas de "ladrones" y de "esquilmar el Ayuntamiento" y se enfrentaron a los del PSPV entre insultos y empujones.
El urbanismo planeó en la sesión. El socialista Juan José Puchol aseguró que la moción se debe a una "venganza personal de Barber", quien inició la reforma de una vivienda familiar sin permiso municipal, lo que le valió una investigación del anterior alcalde. Por su parte, el nuevo edil popular aludió a la necesidad de superar el "grave problema urbanístico que estamos padeciendo". Lo hizo mirando a Puchol, a quien el fiscal pide ocho años de cárcel por haber modificado el PGOU para evitar que un vial atravesara un terreno de su propiedad. En el pleno pasó de todo: continuas interrupciones, documentos que pasaban de unas manos a otras y hasta cortes de mangas.
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