Los ministros de Transportes de la UE asumen el corredor mediterráneo

El Consejo de Ministros de Transportes de la Unión Europea celebrado ayer en Luxemburgo tuvo noticia oficial de la petición del Gobierno español para que se considere prioritario el corredor ferroviario mediterráneo, desde Almería hasta la frontera francesa. Los ministros aceptaron la propuesta, centrada sobre todo en el transporte de mercancías, que deberá ser ratificada con posterioridad.

En nombre del ministro de Fomento, José Blanco, acudió a la reunión la secretaria de Estado de Transportes, Concepción Gutiérrez, que fue la encargada de poner sobre la mesa las pretensiones españolas.

El Ministerio de Fomento ya ha sacado a información pública parte del trazado que quedaba pendiente entre Valencia y la frontera con Francia. Se trata de dos tramos, uno de ellos situado entre Tarragona y Ulldecona, en el sur de la provincia, y el otro entre Castellón y Vinaròs, de modo que ambos coincidan. Ayer, precisamente, se reunieron en Barcelona el consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, y el de la Comunidad Valencuana, Mario Flores, para hablar de la situación del proyecto. Antes, ambas administraciones se habían coordinado para acelerar los trámites.

En 2020 debería estar completado el corredor para evitar el colapso

El encuentro de Nadal y Flores se produjo en el ámbito de la reunión de seis regiones del arco mediterráneo, de España, Francia e Italia, todas ellas interesada en el desarrollo urgente del corredor intermodal, ferroviario y marítimo, que conecte estos territorios y evite el colapso del transporte terrestre de mercancías y pasajeros que se prevé en 2015.

Las regiones españolas de Cataluña y Comunidad Valenciana, las francesas de Rhone-Alpes y Languedoc-Rousillon firmaron una declaración, a la que luego se añadirán las de Franco Condado (Francia) y Piamonte (Italia).

En la declaración exigen a sus respectivos Gobiernos y a la Comisión Europea la inclusión de este corredor como prioritario en la Redes Transeuropeas de Transporte. Este corredor básico, recoge la declaración, ha de unir la fachada Mediterránea occidental, la Europa del Norte y la centro oriental, y se ha de estructurar, entre otros elementos, con un eje ferroviario competitivo (pasajeros-mercancías).

En el tramo francés Perpiñán-Montpellier reclaman una nueva línea ferroviaria abierta hacia el oeste, con su posible prolongación hacia Burdeos-Toulouse.

El consejero de Obras Públicas de la Generalitat de Catalunya, Joaquim Nadal, destacó el frente común abierto entre estas regiones en favor de un corredor diferenciado, que transporte por un lado mercancías y por otro pasajeros en alta velocidad, en un momento en el que las carreteras están saturadas. "Queremos que la lógica se imponga, y si en 2003 se produjo un olvido, ahora se convierta en una afirmación contundente", señaló Nadal, quien ha recalcado la necesidad de que se produzca la duplicación de la vía convencional para asegurar líneas específicas para mercancías, y corrija la situación de colapso, que es especialmente grave en el tramo Nimes-Montpellier-Perpiñán o el nudo de Lyon. "Tenemos que hacer surcos ferroviarios en estos puntos para que no nos quedemos atrapados en el tramo francés", insistió el consejero catalán.

El consejero valenciano, Mario Flores, destacó que el corredor "debe ser una realidad lo antes posible, ya que es una alternativa mucho más respetuosa con el medio ambiente". Flores se mostró confiado en que a este acuerdo "histórico", que ha de corregir los cuellos de botella ferroviarios tanto en Francia como en España (entre Tarragona y Castellón). Para sostener esta demanda de años, el consejero valenciano recordó algunas cifras. El arco mediterráneo español concentra el 47% de la población española y 44,6% del Producto Interior Bruto (PIB) y genera el 60% de las exportaciones a Centroeuropa.

Flores espera que la presidencia española de la UE sea definitiva para apuntalar el corredor de cara a la revisión de las Redes Transeuropeas de Transporte, en 2010. En este sentido, el acuerdo adoptado ayer por el consejo de ministros de Transporte de la UE, avalando el tramo español, supone el impulso definitivo al eje.

Después de solo dos meses de negociaciones, los Veintisiete, reunidos en Luxemburgo, definieron nueve corredores prioritarios que esperan que permita trasladar al tren parte del transporte de mercancías que en la actualidad colapsa las carreteras europeas. La decisión política ha coincidido con las gestiones de los gobiernos español y autonómicos.