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El fiscal pide tres años de cárcel para dos 'mossos' por otra detención ilegal

Interior defiende la actuación de los policías y les presta asistencia jurídica

Tres años y medio de cárcel y nueve años de inhabilitación por detención ilegal. Es la pena que solicita el fiscal para una sargento de los Mossos d'Esquadra y para un agente por un altercado ocurrido hace poco más de dos años, cuando un hombre requirió a la presencia de una patrulla policial y acabó detenido durante casi nueve horas en la comisaría barcelonesa de Les Corts.

El origen de los hechos se produjo en la sala Bikini, donde E. C. F. discutió por una cuestión doméstica con R. S. D., agente de la policía autonómica que se encontraba libre de servicio y que es hermano de una ex novia que tuvo aquél. E. C. llamó a una patrulla policial y les comunicó su deseo de denunciar al agente con el que había tenido el altercado, lo que fue considerado por los dos policías como una falta de respeto.

La víctima discutió con un agente libre de servicio, hermano de su ex novia

Por ese motivo, la sargento T. A. y el agente R. M. le pidieron a E. C. que se identificara. Según el relato de la fiscalía, el hombre respondió que tenía la cartera dentro del local y que podía entrar a por buscarla o telefonear para que la llevara un amigo que estaba en el local, pero los policías decidieron llevarlo a Les Corts para identificarlo.

El fiscal asegura en su escrito de acusación que después de que E. C. fuera identificado y "como quiera que se encontraba nervioso" por la situación que estaba viviendo "y posiblemente los había increpado" sin emplear ninguna violencia, los dos policías procedieron a detenerlo acusado de resistencia y desobediencia grave a la autoridad. Eran las tres de la madrugada, dice el fiscal, y E. C. estuvo detenido en los calabozos hasta las 12.40 horas del 4 de febrero de 2007, en que fue puesto en libertad sin ni siquiera declarar. Previamente, había sido esposado y obligado a desnudase por completo para realizarle un registro corporal.

Al día siguiente fue citado al juzgado de guardia, se celebró un juicio de faltas contra él y acabó absuelto por falta de pruebas. El fiscal relata que, a consecuencia de la detención, E. C. sufrió un estrés postraumático del que tardó tres días en curarse y que le dejó como secuela un trastorno neurótico leve. La víctima explica que desde que ocurrieron los hechos está de baja psiquiátrica por lo ocurrido.

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Una portavoz de los Mossos d'Esquadra defendió ayer la actuación de los dos agentes acusados y explicó que la detención estaba justificada. Por ese motivo, añadió, el Departamento de Interior, ha asumido la defensa jurídica de los policías y éstos continúan en activo y no fueron apartados provisionalmente del servicio.

El fiscal también pide que los dos policías indemnicen a E. C. con 3.000 euros por los daños morales. La acusación particular, ejercida por Elies Lorda, eleva la petición a 120.000 euros y acusó a otros cinco agentes más, aunque la Audiencia de Barcelona sólo abrió juicio contra tres. El caso está pendiente de que se fije la fecha del juicio y que el tribunal decida si admite como prueba una grabación que hizo la víctima con el móvil y que recoge los supuestos insultos de un mosso.El relato de la acusación particular explica que después de que E. C. ingresara en el calabozo recibió la visita del hermano de la que había sido su novia, "con la intención de humillarle". El agente seguía libre de servicio y, según el relato de la acusación, le propinó frases vejatorias. "Como si me quieres denunciar, que soy mosso, ¿qué te crees, que te van a creer a ti? Pues te vas a joder, antes de creerte a ti me van a creer a mí, que soy mosso y tengo las de ganar", asegura la víctima que le dijo el policía. Durante la investigación del caso, el agente reconoció que acudió a la celda, pero explicó que lo hizo en tono paternalista y para hablar con E. C. "Han pasado más de dos años, pero sigo teniendo miedo de esos policías", explica la víctima, de 32 años, que pide el anonimato. En este sentido, explica que días después de los hechos recibió amenazas y le hicieron pintadas en su vehículo. Ahora está en paro, pero asegura que ha rehecho por completo su vida y su círculo de amistades para olvidar lo ocurrido.

Durante las horas que pasó en comisaría E. C. reconoce sin reparos que rompió a llorar por lo que le estaba ocurriendo y que otros agentes se mofaron de él y le insultaron con frase como "te jodes y te aguantas". Por ello, su abogado acusa a los policías de los supuestos delitos contra la integridad moral y una falta de amenazas y vejaciones injustas, además del supuesto delito principal de detención ilegal.

Cuando sucedieron los hechos todavía no habían trascendido las agresiones en la sala de cacheos de la comisaría de Les Corts que grabó una cámara oculta, aunque éstas ya se habían instalado por orden del consejero Joan Saura ante el incremento de denuncias por supuestos malos tratos. El abogado califica la intervención policial de "arbitraria, ilógica e ilegal" y explica que su cliente fue "amenazado, insultado y humillado" en la sala de fiestas y acabó detenido en comisaría.

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