"No nos perciben como alternativa"

"Tenemos una crisis de credibilidad y apoyo social"; "Los ciudadanos no nos perciben como alternativa"; "Hay un divorcio entre la sociedad madrileña y el PSOE"; "El Partido Socialista no tiene un proyecto propio"; "No hemos sabido explicar a los ciudadanos nuestro proyecto, si es que lo tenemos".

Estas reflexiones, que vienen a expresar la misma idea, la más generalizada, son algunas de las recogidas ayer entre altos cargos del Partido Socialista de Madrid (PSM) en la Asamblea de Madrid y el Ayuntamiento de la capital, así como miembros de la dirección regional, alcaldes de grandes municipios madrileños, en su gran mayoría con una trayectoria de apoyo al líder socialista, Tomás Gómez. Era un día después de las elecciones europeas, que han dado la victoria al PP en la región, a una distancia de 13 puntos porcentuales del PSOE. Unos resultados que mantienen la tendencia de que los socialistas no hayan ganado ninguna convocatoria electoral desde hace 15 años en la región.

La ejecutiva del partido asegura estar más unida que nunca

"Ignorar la realidad es lo peor que puede pasar", dice un miembro del PSM

La primera decisión que tomó la dirección regional, reunida por la mañana, fue la de mantener activo el Comité Electoral -"hasta 2011", recalcó la portavoz en la Asamblea, Maru Menéndez- para mantener la movilización de la pasada campaña. Antes, Gómez hizo un análisis de los resultados en rueda de prensa, sin asomo de autocrítica."Por primera vez se quiebra la tendencia alcista del PP", afirmó ayer el secretario general del PSM, Tomás Gómez, en un análisis electoral en el que la autocrítica brilló por su ausencia. Hasta el punto de que rechazó extrapolar a Madrid los resultados de las europeas, pero sólo al hablar de los de su partido y no del PP. En unas elecciones en las que ambos partidos mantienen una distancia de casi 300.000 votos y el PP sólo ha perdido un punto desde las anteriores europeas, Gómez no tuvo reparo en afirmar: "El PP está rozando la pérdida de mayoría absoluta".

Además, el líder socialista se negó a asumir culpas porque su partido lleve más de 15 años fuera de las instituciones madrileñas. "Yo tengo la responsabilidad desde que la tengo [julio de 2007]. En septiembre se inició una nueva etapa y es mi compromiso con los ciudadanos un cambio de Gobierno en 2011".

Tampoco la dirección socialista exigió responsabilidades a su líder, ni hubo grandes desencuentros en su reunión. Algunos de los consultados, como los alcaldes Pedro Castro (Getafe), Manuel Robles (Fuenlabrada) o el portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, David Lucas, aseguraban que la ejecutiva socialista "está más unida y cohesionada que nunca". Incidían en el discurso de que no son comparables los datos de unas europeas con los resultados locales, pero no descartaban la necesidad de hacer una profunda reflexión de los sucedido.

"Necesitamos un posicionamiento ideológico, donde se hable de un nuevo modelo económico, del cambio climático, de políticas sociales...", explicó el alcalde de Getafe. "Con equipos de urbanistas, sociólogos, arquitectos, que nos ayuden a marcar qué queremos hacer en el territorio y cuál es la estrategia". A lo que agregó esta reflexión: "En algunos grandes municipios hemos hecho ciudades, pero no hemos sabido hacer ciudadanos. Eso es lo que nos falta".

"Nuestra conclusión es que, sin duda, tenemos que intensificar el ritmo", afirmaba la portavoz en la Asamblea, Maru Menéndez. "Pero yo estoy contenta de esta campaña, en la que hemos conseguido tensionar al partido desde el punto de vista de las agrupaciones y municipios y del aparato electoral". Menéndez también cree que ya partían desde una posición en desventaja: "Entre el uso arbitrario de las instituciones y el control mediático de doña Esperanza hay barreras más difíciles de romper. Lo haremos en la calle".

Esta reflexión es la que hizo también Gómez en la reunión con la ejecutiva, donde, según algunos de los presentes, identificó el dominio del PP en Madrid como un "régimen", donde están copados los medios, como Telemadrid, la economía y la política. La fórmula que ofreció fue que Madrid se convierta en una "cuestión de Estado" y, por tanto, reclamar el apoyo desde Ferraz, la sede federal del partido, y una mayor coordinación con el Gobierno central. Una tesis que choca con quienes reclaman que el fallo del liderazgo de Gómez ha sido precisamente no ser autónomo de Ferraz.

Fuera de la ejecutiva, la situación varía entre el shock por los resultados, la expectación e incluso el escepticismo. Entre los consultados, que exigieron mantenerse en el anonimato, no sentó bien la falta de autocrítica de su dirección. "Hay cierta intranquilidad, porque la ignorancia de la realidad es lo peor que nos puede pasar", decía un miembro del equipo de dirección de la Asamblea. "Los resultados eran previsibles. Esto es la constatación. Pero es inevitable la reflexión porque esto no nos lleva a ningún sitio", afirmaba un antiguo miembro de la ejecutiva de Rafael Simancas. "El problema es no tener un camino definido ni liderazgo social".

"Tras el estupor llegará la indignación y luego estaremos a la expectativa. Todavía estamos digiriendo lo ocurrido. Pero la estrategia del avestruz puede llevar a la indignación a medio plazo", explicaba otro diputado. La conclusión que ofrecen es que se producirá una de estas opciones: un cambio de estrategia de la dirección regional, la intervención de Ferraz -"porque Madrid es fundamental"- o el paso adelante de una alternativa crítica. "Aún es pronto", decían.