La cifra de afectados por regulaciones de empleo se multiplica por 15 hasta abril
Los ERE de suspensión de contrato o temporales suponen el 86% del total
Los primeros meses del año han sido dramáticos para el mercado laboral español. Las regulaciones de empleo, los tristemente famosos ERE, son buena prueba de ello. Hasta el pasado abril, afectaron a 227.571 trabajadores, una cifra que prácticamente multiplica por 15 el número de afectados en el mismo periodo de 2008. Y el dato podría haber sido peor (242.951 trabajadores) de haberse aprobado todos los ERE presentados ante las administraciones, según el Ministerio de Trabajo.
En total, en los primeros cuatro meses del año se autorizaron 6.624 regulaciones de empleo por las autoridades laborales, casi un 600% más que el ejercicio anterior. Pese a lo espectacular de la cifra, el porcentaje de ERE autorizados sobre el total (el 93,5%) no ha variado ostensiblemente respecto a otros años.
Tampoco ha cambiado el hecho de que empresarios y trabajadores pactan las regulaciones en la gran mayoría de ocasiones (91%), lo que obliga a las autoridades a darles su visto bueno sin más.
Los datos de ERE, con ser demoledores y un claro ejemplo del serio deterioro de la economía española, presentan un matiz que merece ser resaltado. La mayoría de afectados, el 86%, sufren un ERE de suspensión de empleo y no de extinción. Es decir, el trabajador pierde su empleo por un periodo de tiempo limitado (una media de 99 días); no definitivamente.
El uso de la suspensión temporal del empleo por parte de las empresas se ha disparado este año. La tendencia ya se anunció a finales del año anterior, pero se ha acentuado, mes a mes, en lo que va de 2009. Además, se ha visto apuntalada por el último paquete de medidas contra el paro aprobado por el Gobierno en marzo (actualmente en trámite parlamentario), en el que contenía aspectos que impulsaban su uso. Así lo indica no sólo el alto porcentaje de trabajadores afectados (el 86% frente al 29%), sino también el de expedientes (el 66% frente al 33%). Un mínimo alivio para el mercado laboral si se tiene en cuenta que los ERE de extinción de contrato suelen cebarse con quienes tienen un empleo de más calidad.
Por sectores, es la industria la que más sufre el impacto de las regulaciones de empleo, una tónica que se repite en cualquier coyuntura. Poco más de la mitad de los expedientes autorizados pertenecen a este sector. La tasa de temporalidad de la industria es más baja que la de los servicios o la construcción, por lo que el recurso a la no renovación del contrato como forma de reducir plantilla y costes (la vía más utilizada por las empresas durante esta crisis) resulta más difícil para las empresas.
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