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Once meses en la cárcel por falsas denuncias de maltrato

El juez archiva el caso y cree que la mujer se autolesionó

Un Juzgado de Violencia Doméstica de Sevilla ha archivado la causa abierta contra un hombre que pasó 11 meses en la cárcel por ocho denuncias de malos tratos presentadas por su ex mujer y que ahora se ha demostrado que son falsas. El hombre (cuyas iniciales son J. A. S. B. y tiene 39 años) salió de prisión en abril del año pasado, cuando llegó al juez un informe forense que advertía de la falta de credibilidad de la supuesta víctima, aunque la mujer siguió denunciando agresiones y amenazas de su ex marido.

El juez ha archivado ahora el caso y ha deducido testimonio por un presunto delito de denuncia o acusación falsa contra la mujer, Raquel Valle, de 32 años.

La pareja, que tiene dos hijos, se separó en septiembre de 2000. En los últimos tres años, Valle ha acudido a varios platós de televisión y periódicos locales de Sevilla para dar detalles del infierno en el que aseguraba que se había convertido su vida. Según contaba, los golpes empezaron la noche de bodas (en 1995) y se sucedieron durante 13 años.

La supuesta víctima contó su "infierno" en varios programas de televisión

"Antes lo mato yo a él, no quiero ser un número más de la estadística de mujeres asesinadas", advirtió en alguna ocasión. En sus declaraciones ante las cámaras de televisión decía haber presentado más de un centenar de denuncias, aunque sólo ocho fueron admitidas a trámite.

Según explica el juez en el auto por el que archiva la causa, algunas de las agresiones denunciadas no pudo cometerlas el ex marido porque, según varios testigos, esos días estaba fuera de Sevilla. En otras ocasiones se ha descartado su autoría porque el día de los hechos estaba en prisión.

La decisión judicial se basa también en el informe forense elaborado tras una de las supuestas agresiones y que recoge que "todas las lesiones están situadas en la cara anterior del cuerpo, zonas accesibles" para la mujer.

Además, según ese mismo informe, las heridas que presentaba en el cuello "son difícilmente producidas en una situación de forcejeo" y las del antebrazo y muslo son paralelas, lo que también indica que "difícilmente" pueden ser fruto de una situación violenta "en la que dos personas se están moviendo continuamente y mantienen posiciones diferentes".

El análisis forense concluía que "no se puede descartar la característica autolesiva de las lesiones descritas". Un informe de la Unidad de Valoración Integral del daño especializada en violencia de género dio también cuenta del "escaso grado de verosimilitud" de las denuncias. Su ex marido ha anunciado que presentará una demanda por daños y perjuicios, ya que cuando estuvo en la cárcel perdió el trabajo y le ha costado encontrar otro.

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