Los críticos de EA se plantan en sus tesis y amenazan con no ir al congreso
El sector de Galdos se entera por la prensa del aspirante a liderar el partido
Eusko Alkartasuna (EA) está al borde de la ruptura. La corriente crítica de Guipúzcoa, encabezada por Iñaki Galdos, considera que el partido ha llegado a una situación límite, sin retorno. Culpan los críticos a la dirección de "cerrar todas las vías" para normalizar las relaciones internas, al rechazar todos sus intentos de alcanzar un entendimiento. Y amenazan con adoptar medidas drásticas, sin descartar incluso ausentarse en el próximo congreso de la formación, convocado en Vitoria los días 20 y 21 de junio para elegir al nuevo secretario general y trazar la estrategia política del futuro.
"La suerte está echada para nosotros", afirma un destacado militante guipuzcoano, afín a las tesis de Galdos. No acudir al congreso es "una de las opciones" que barajan los críticos, admite un miembro de la Ejecutiva regional. En la misma línea se pronunció en Radio Euskadi el secretario general de EA en Guipúzcoa, Iñaki Sagarzazu. Otro dirigente insiste en la misma idea al ser preguntado por este diario acerca del futuro de EA: "Se están dando las circunstancias para que no lleguemos al congreso". Esta corriente ha tratado en dos reuniones recientes -la última esta misma semana- acercar posturas con la actual cabeza visible de EA, su vicepresidente Koldo Amezketa, quien asumió este papel de forma temporal tras la dimisión irrevocable del último presidente, Unai Ziarreta, víctima del fracaso electoral en las pasadas autonómicas, en las que EA perdió seis de sus siete representantes en el Parlamento.
La militancia de Guipúzcoa rechaza la deriva soberanista de la dirección
Galdos trasladó a Amezketa en ambas citas, y en conversaciones telefónicas, la necesidad de tender puentes entre ambos sectores antes del próximo congreso extraordinario. Todo apunta que se llegará al cónclave con el partido roto en dos. Tampoco ha contribuido a serenar los ánimos la decisión de la cúpula de proponer al único edil de Mondragón, Pello Urizar, como candidato a la secretaría general. Los críticos aseguran que han tenido conocimiento de esta opción por la prensa, lo que acrecentado el malestar en sus filas. También están disconformes porque la ponencia estatutaria contemple dar más poder a los órganos nacionales, anulando de hecho a las ejecutivas territoriales.
Las dos familias de EA mantienen de largo una guerra interna que se ha visto recrudecida tras el varapalo electoral recibido en los comicios vascos de marzo pasado. El sector oficial, que controla la ejecutiva nacional, se reafirmó tras las elecciones en su apuesta decidida por crear un polo soberanista con la izquierda abertzale e impulsar un "movimiento democrático independentista", que fue precisamente el mensaje central de toda su campaña. Los críticos, que achacan también el fracaso a la decisión de romper la coalición electoral con el PNV, sostienen que esta estrategia equivale a "echarse en brazos de [Arnaldo] Otegi" y supone "llevar al partido a una cárcel política". Añaden que esta línea no casa con los principios que inspiraron el partido que Carlos Garaikoetxea fundó en 1986.
La ejecutiva guipuzcoana presentará hoy en San Sebastián las conclusiones del proceso de reflexión denominado Suspertu (Recuperarse), puesto en marcha a mediados de marzo pasado y en el que se ha recabado la opinión de afiliados y simpatizantes, así como de representantes de la universidad, la cultura y otros ámbitos sociales. Por "abrumadora mayoría", según se supo ayer de fuentes del partido, los encuestados rechazan la deriva soberanista que atribuyen a la dirección de EA y prefieren que esta formación se mantenga fiel a sus compromisos fundacionales. Las conclusiones concuerdan plenamente con los postulados que mantiene la corriente crítica: la defensa de un nacionalismo histórico e institucional, que pasaría por establecer una coalición estable con el PNV.
Un candidato 'oficial'
Pello Urizar cuenta con el respaldo de la línea oficial de EA para ponerse al frente del partido a partir del congreso que se celebrará dentro de tres semanas en Vitoria. El edil de Mondragón, de 41 años y padre de dos hijos, tiene todas las papeletas para ser el próximo secretario general del partido, la máxima autoridad orgánica tras la propuesta desaparición de la figura de presidente, si finalmente se aprueba como está redactada la ponencia estatutaria que se debatirá en esa cita.
Urizar, empleado en una cooperativa, es miembro de la ejecutiva territorial de Guipúzcoa desde febrero del año pasado, aunque en este periodo apenas ha asistido "en una o dos ocasiones" a las reuniones de este órgano, según aseguran varios miembros de la misma. En el partido está decantado por impulsar el polo soberanista.
Técnico en informática y electrónica, fue secretario general de Gazte Abertzaleak entre 1996 y 1998 y concejal de Mondragón entre 1995 y 1997, una responsabilidad que recuperó tras las elecciones locales de 2007. Tras el asesinato por ETA del ex edil socialista Isaías Carrasco, Urizar se abstuvo en la votación de la moción que pedía la dimisión de la alcaldesa de la localidad, Ino Galparsoro, de ANV, por no condenar el atentado.
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