Hartos de abusos
He visto por televisión la espantosa noticia que tiene como protagonista, de nuevo, a la Iglesia católica. Se trata de abusos y violaciones a niños, cometidos en internados católicos de Irlanda. Tras años de investigación, que se ha visto entorpecida en muchas ocasiones, han reunido varios tomos de información en los que quedan patentes dichos abusos sexuales, físicos y morales. Horripilante.
¿Con qué derecho viene luego a darnos lecciones morales con sus declaraciones en torno al divorcio, al aborto o al uso del preservativo?
Estoy aún conmocionada por la noticia cuando, a continuación, aparece un anuncio de lo más alegre (¿o debería decir frívolo?), conminándome a marcar la cruz de ayuda a la Iglesia católica en mi declaración de la renta. Pues no voy a hacerlo y espero que tampoco lo hagan otros muchos que, como yo, estén hartos ya de tanta hipocresía y de tanta aberración.
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