Asustante
Miles de comentarios puntualmente registrados en Google, y hasta la apostilla editorial de un gran periódico, acusan a la señora González-Sinde de haber utilizado la palabra asustante, que, afirman, "no existe en ningún diccionario, ni mucho menos en el de la Real Academia". No hay tal: está en el de Manuel Seco, e ilustrada ahí con el uso de un excelente escritor castellano viejo, Manuel Arce.
No está en cambio en el académico, porque éste sigue criterios volubles en la inclusión de los derivados y compuestos, y los participios activos como ése siempre han sido un tanto problemáticos en español (ya Nebrija lo explicaba muy bien). Pero asustante es voz perfectamente documentada, presente en autores tan admirables como Ramón Gómez de la Serna y tan legítima como alarmante, preocupante o acojonante.
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