La vocación empresarial resiste
La crisis empuja a muchos jóvenes a ser funcionarios, pero también estimula el espíritu emprendedor de los universitarios, según la Politécnica
Ante la crisis económica, la opción de convertirse en funcionarios atrae al 75% de los parados menores de 25 años valencianos, según un reciente estudio de Adecco. Una práctica, la de buscar un trabajo "para toda la vida", que podría alterarse por la tendencia a emprender de otros veinteañeros, los que tienen estudios superiores. Las universidades valencianas llevan años volcadas en fomentar el espíritu emprendedor y, según otro estudio que recoge el testimonio de 3.000 jóvenes de 63 universidades, más de la mitad de los universitarios eligen ir a la empresa privada.
"En época de crisis, hemos notado un incremento de personas emprendedoras", afirma José Millet, director del Instituto Ideas de la Universidad Politécnica de Valencia, el organismo universitario decano en España (acaba de cumplir 17 años) en el desarrollo de la cultura emprendedora y en la creación de empresas innovadoras. Y lo corrobora con cifras: "De enero a abril, el número de emprendedores se ha incrementado en un 39% con respecto el año pasado". En este periodo han acudido 139 personas. También argumenta que el número de asistentes a la Jornada de Motivación Empresarial se ha duplicado con respecto a 2007. "Está claro que mucha gente va a lo seguro, a la oposición, pero no hay plazas para todos, por eso recomiendo que el tiempo que se dedica a esto, se emplee en formarse en otras cuestiones, porque no sólo es importante para montar una empresa, sino para ser contratado. Las empresas buscan a emprendedores".
El 75% de los parados jóvenes quiere ingresar en la función pública
El Instituto Ideas, premiado en Europa, ha ayudado a crear 420 empresas
Millet, que acaba de recoger en Praga el premio de la Comisión Europea a instituciones emprendedoras -se presentaron 350 proyectos europeos e Ideas fue el único centro universitario seleccionado en su categoría-, explica que tanto el perfil de la idea como el del emprendedor son cambiantes. Ahora, puntualiza, "existe un interés creciente por los negocios de Internet, especialmente los relacionados con la web 2.0 (redes sociales, blog...) y por las energías renovables y el medioambiente". Entre los emprendedores "vuelven los antiguos alumnos que, tras una experiencia laboral, se han dado cuenta de que han tocado techo muy pronto". Pero durante todo esto tiempo, las ideas y los emprendedores no son los únicos que evolucionan, también lo hacen las formas de acercarse a ellos. "Visitar todos los centros para animarles a emprender no es suficiente. Diseñamos juegos, merchandising, hacemos cursos, además de estimularlos con los Premios IDEAS-Bancaja en los que entregamos anualmente 54.000 euros". Desde su creación, Ideas ha ayudado a crear más de 420 empresas (un 9%, spin-off) que han generado en torno a 4.000 puestos de trabajo, y ha formado a más de 7.200 alumnos en 300 cursos.
Empresas Ideas como la de Alejandro Pérez, de Acondaqua Ingeniería del Agua. Se decidió a montarla hace dos años tras detectar una carencia en la empresa de tratamiento de aguas en la que trabajaba. "No estaban dispuestos a implantar un laboratorio que se desplazara, en realidad una caravana, para tratar in situ los problemas en tratamiento de agua de los clientes", explica Pérez, de 33 años. Incluso en tiempos de crisis, volvería a hacerlo porque es una "idea original que está generando buenos resultados". El inconveniente: la falta de liquidez actual retrasa la ejecución de muchos proyectos.
Los hermanos Fidel y José Salas también emprenderían hoy porque confían en lo novedoso de su empresa. UV-Consulting Peschl (toma prestado el nombre de una empresa alemana) se dedica a la ingeniería y venta de tecnología basada en el uso de la luz ultravioleta, que se utiliza para desinfectar aguas, secar pinturas en segundos, etc., y lleva años empleándose en el extranjero. "Empezamos a trabajar en crisis, si funciona en otras partes del mundo por qué no aquí". Para ellos el mayor escollo es la desconfianza ante una tecnología muy desconocida.
A sus 33 años, el ingeniero Óscar Bastidas ya ha montado dos empresas. La última, Celeromics, una empresa que fabrica y comercializa herramientas bioinformáticas para la industria farmacéutica. Para ello, asumió más de una hipoteca y vendió su coche. En su opinión, "no es una locura emprender en tiempos de crisis, pero hay que hacerlo conscientes de la situación. Evidentemente, no hay que emprender en un sector tocado por la crisis, y haciendo lo mismo que hacen todos. Hacerlo en un sector como la biotecnología, no es mucho más arriesgado que antes". Él rechazó trabajar para una empresa que quería iniciar su expansión internacional.
La ingeniera Rosa López, decidió montar una empresa con su marido y otra compañera hace cuatro años, Manar. Comenzó prestando servicios de dirección de proyectos y asesoramiento para la construcción de centrales eléctricas para una empresa española en México. Hace un año se desplazaron a Valencia y se centraron en el sector de eficiencia energética y las energías renovables. "Volveríamos a emprender. A nosotros la crisis nos beneficia porque las empresas buscan controlar gastos por la subida del precio de la energía".
Los hermanos Juan y Gabriel Cuartero, junto con dos compañeros de la Politécnica, promovieron el primer huerto solar fotovoltaico de Castilla-La Mancha hace cuatro años con su empresa Solaer. El año pasado, la empresa en la que trabajan 80 personas, facturó más de 90 millones de euros. Juan Cuartero, el mayor con 34 años, afirma que volvería a emprender pero en otro sector, porque el fotovoltaico también está en crisis.
Guías para fundar una compañía
Un emprendedor decía recientemente que desde que se pide una subvención hasta que llega puede pasar un año y si el camino se desconoce pueden pasar hasta dos. Por eso, lo mejor es saber adónde dirigirse. En el caso de la Politécnica, la trayectoria ha de comenzar necesariamente por el Instituto Ideas. En la Universitat de València, en la Cátedra de Cultura Empresarial, surgida hace una década de la Fundación Universidad-Empresa de Valencia (Adeit) fruto de la necesidad manifestada por los propios empresarios valencianos. De ella depende un curso, de 60 horas, para aproximar a los estudiantes universitarios el mundo empresarial y en el que han participado 400 estudiantes, así como otras actividades de formación, divulgación y consolidación de empresas.
En la Universidad de Alicante también hay una Cátedra Bancaja para Jóvenes Emprendedores. En la Universidad Miguel Hernández el apoyo a la creación de empresas se concreta en su Programa de Emprendedores Universitarios. Desde su nacimiento en 1999 ha asesorado a más de 1.400 personas, ha inscrito a 2.235 en la Escuela de Emprendedores y un centenar de emprendedores de la universidad han sido premiados.
En la Jaume I se incentiva a los universitarios a emprender a través de los cursos del Foro Jovellanos, la Cátedra Increa y diversos premios propios (Consejo Social y BP Oil). Otros organismos y entidades bancarias también realizan concursos para jóvenes emprendedores. Y sin duda los parques tecnológicos fomentan este espíritu. En la Jaume I, Espaitec está pensado para albergar las iniciativas empresariales que surgen de la universidad. Actualmente cuenta con un edificio (están proyectados dos más hasta 2011) y hay 12 empresas vinculadas en un espacio de 65.000 metros cuadrados. Según Francisco Negre, director de Espaitec, "las empresas instaladas allí se benefician de la capacidad por parte de la universidad para dar respuesta a cualquiera de sus necesidades, sobre todo al principio, además de poder establecerse relaciones entre ellas".
Los parques tecnológicos de la Politécnica y de la Universitat, albergan, además de spin-off, institutos de investigación. Mañana sábado se celebrará una jornada de puertas abiertas para conocer el Parque Científico de la Universitat de València.
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