Cuatro detenidos por explotar a 27 inmigrantes
Los búlgaros pagaban por ir a trabajar y vivían en un 'piso patera'
Cobraban a sus empleados por ir a trabajar hasta el punto de no resultar rentable la jornada. La Guardia Civil de Alcalá del Río (Sevilla) ha detenido a cuatro hombres, dos españoles y dos búlgaros, como presuntos autores de delitos contra el derecho de los trabajadores al emplear ilegalmente a 27 búlgaros. Los detenidos les cobraban por el viaje hasta el lugar de trabajo y les hacían vivir en condiciones infrahumanas.
Apenas llegaron a Sevilla estos 27 búlgaros ya se habían gastado casi mil euros. Tardaron tres días en llegar a Sevilla en autobús; el precio del billete fue de 110 euros. Pero antes de pisar la localidad, los cuatro detenidos ya les habían cobrado 850 euros en concepto de tasas y legalización de documentación, según informó ayer la Guardia Civil.
Al llegar a la ciudad, los dos búlgaros detenidos, que actuaban de supuestos manijeros, les esperaban para llevarlos a comer a una venta en la que les pidieron 30 euros a cada uno por el almuerzo. Precio que no alcanzaba la comida.
Pero dormir es lo que les costó más caro. Los cuatro detenidos les alquilaban a los 27 búlgaros una sola casa, cuyo alquiler no superaba los 1.000 euros al mes. Pero les cobraba a cada uno hasta 180 euros al mes por vivir en el piso patera. En esta casa vivían hacinados, en condiciones precarias e infrahumanas y sin apenas espacio para dormir.
Para ir desde ese piso al trabajo debían coger un autobús por el que los detenidos les cobraban diez euros por viaje, y ellos apenas cobraban eso en una jornada. Los inmigrantes tardaron cinco días en denunciarlo, porque según la Guardia Civil, eran amenazados e incluso sufrieron agresiones.
Los otros dos detenidos, españoles, son los propietarios de las fincas en las que se desempeñaban las tareas, cerca de Lora del Río. Allí trabajaban los 27 búlgaros en condiciones irregulares, sin estar contratados ni registrados en la Seguridad Social, según se lee en la nota de la Guardia Civil.
La investigación comenzó tras una denuncia por parte de cuatro personas, todas de nacionalidad búlgara, que se personaron en las dependencias de la Guardia Civil de Alcalá del Río y manifestaron que habían venido a trabajar a España desde su país, contratados por una empresa que les prometió que cobrarían 40 euros diarios.
Miembros de los servicios sociales del Ayuntamiento de Alcalá del Río acogieron ayer a los inmigrantes para ofrecerles ayuda. Algunos búlgaros quieren irse de la ciudad, otros del país.
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