Órdago al arte conceptual
La galería Trayecto de Vitoria celebra su vigésimo aniversario - Ha organizado exposiciones colectivas de sus principales creadores
Veinte años apostando por la creación más radical, aquella que bebe del arte conceptual que surgió en los sesenta y que cuestionaba el papel del artista, de la obra y del rol que le tocaba interpretar a su receptor. La galería Trayecto de Vitoria celebra hasta finales del mes de junio el aniversario con una revisión de las aportaciones de su selección de creadores, desde Pep Agut o Juan Luis Moraza a Juncal Ballestín o Juan Carlos Meana, en un par de exposiciones colectivas que tendrán como colofón una serie de coloquios abiertos al público sobre el estado del arte contemporáneo.
El título de esta celebración, Trescientos mil kilómetros por segundo (aprox.), hace referencia a la velocidad de la luz y a la constatación de que "en esta sociedad el tiempo ha desaparecido para el ciudadano", aclara Fernando Illana, responsable de Trayecto. La galería nació poco después de la caída del muro de Berlín, de ahí la referencia al tránsito de su nombre. La primera exposición, protagonizada por Néstor Sanmiguel y Dora Salazar, llevaba como título Trayecto hacia final de siglo y resultó en verdad premonitoria. "En cierto modo, hemos ejercido de testigos sin buscarlo de los cambios que ha vivido el mundo del arte en estos años".
La muestra incluye piezas de Agut, Moraza, Ballestín o Juan Carlos Meana
"Mantenemos una vocación por ofrecer apuestas críticas y reflexivas"
La transformación ha sido notable, en consideración de Illana, desde el autor, que se ha convertido en protagonista mediático, hasta la obra de arte, que ve cuestionado su papel simbólico, sin olvidar el papel de las instituciones públicas, que han descubierto los beneficios de su intervención en la creación.
"Se ha generalizado el uso de la cultura como un recurso económico", comenta. "Ya no se habla de arte, sino de prácticas artísticas o culturales", añade.
La galería se ha mantenido -o, al menos, así lo ha procurado- ajena a este proceso de mercantilización. Primero, en un espacio diáfano en el centro noble de Vitoria, ahora, en una sala acogedora en el barrio antiguo, cerca del Artium. Sus propuestas, como se puede comprobar en la actual exposición, no dejan indiferente al visitante. "En este sentido, sí se puede decir que mantenemos una vocación por ofrecer apuestas críticas, reflexivas, coherentes con las iniciativas que surgieron en los años setenta". Y siempre, lejos de localismos, apostando por artistas de proyección global, incluso antes de que se inventara la globalización.
Trayecto representa a creadores de reconocido prestigio, como Esther Ferrer, último premio nacional de Artes Plásticas, o Juan Hidalgo, uno de los principales representantes de la vanguardia del último medio siglo. Pero también hay jóvenes como Mira Bernabeu o Aitor Lajarin, nacido en Vitoria en 1977 y un referente de que el órdago al arte conceptual de Trayecto ha creado escuela.
