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Reportaje:Estilos

El Sonar se va a los puertos

El festival barcelonés continúa su expansión internacional en EE UU

Marcel.lí Antúnez se afanó en su propuesta interactiva Multimembrana. Invitaba a chillar dentro de una caja que tomaba una foto y colocaba el rostro de quien gritaba en una pantalla en la que diferentes personajes (con las personalidades de los espectadores) se peleaban entre ellos. Con escenas como ésta, el Festival Internacional de Música Avanzada y Arte Multimedia de Barcelona -Sonar- desembarcaba en EE UU el martes por la noche.

Después de exportar pequeñas patas a lugares como Hamburgo, Tokio o Londres, el certamen desembarcó en Nueva York y hoy hará su puesta de largo en Washington. El estreno neoyorquino se produjo en el Barishnikov Arts Center de la mano del Instituto Ramon Llull. Y dentro de otro festival, el Catalan Days, que estos días llena la ciudad de cultura, claro, catalana.

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Cerca de 900 asistentes se dedicaron a explorar los diferentes espacios de un centro cultural encabezados por la genialidad pop dadaista de Hidrogenesse, encantados de hacer su debut en "el país de las oportunidades".

También estuvieron Fibla + Arbol, sonorizando en directo la película taiwanesa Goodbye Dragon Inn, y propuestas como Balago y Del Palo Soundsistem. "Hemos tratado de combinar artistas catalanes con estadounidenses como Dj Rupture o Prefuse 73 y siguiendo el principio del Sonar: huir del formato clásico de concierto y buscar propuestas que inviten a interactuar, manteniendo la electrónica como eje pero alejándonos del purismo", explicó Enric Palau, codirector del festival.

Una de las propuestas que despertó mayor interés fue la ReacTable, esa inquietante mesa azul sobre la que Carlos López, uno de los cinco miembros del equipo que trabaja con ella, es capaz de arañar melodías y ritmos con una serie de piezas móviles que parecen más un juego que un instrumento musical. La mesa, made in la universidad Pompeu Fabra, tentó incluso a Lou Reed, que también se paseó por el Sonar.

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